"De la provincial ciudad de Arequipa, en Perú, emergió un ciudadano del mundo, un marxista que por los abusos de (Fidel) Castro se transformó en un liberal, un candidato perdedor en las elecciones presidenciales (de Perú) que figura ahora en las estampillas del correo de su país", dijo el escritor Per Wastberg, al referirse a Vargas Llosa. Wastberg es miembro de la Academia Sueca y del Comité del Nobel, y fue el encargado de presentar al Nuevo Nobel de Literatura a la familia real y a los 1.400 invitados a la ceremonia, que debutó con el himno nacional sueco y luego fue acompañada de la música del compositor clásico, Wolfgang Amadeus Mozart.
Durante la ceremonia, el laureado escritor estuvo acompañado por los demás galardonados, salvo el Nobel de la Paz, el disidente chino Liu, quien se encuentra sentenciado en China a 11 años de prisión por "subversión contra el Estado".
El monarca sueco entregó a Vargas Llosa, de 74 años de edad y nacionalizado español, la medalla con el perfil del creador de los premios, Alfred Nobel, que le fue atribuida por su "cartografía de las estructuras de poder".
Vargas Llosa recibió también la confirmación escrita de que 10 millones de coronas suecas (1,4 millones de dólares, 1,1 millón de euros) habían sido depositadas en su cuenta.
Desde que el mexicano Octavio Paz recibiera el premio en 1990, el Nobel de Literatura no recaía en un representante de las letras hispanas, que han sido premiadas once veces por la Academia Sueca, incluyendo a Vargas Llosa.
"La escritura de Mario Vargas Llosa ha formado nuestra imagen de Sudámerica y tiene su propio capítulo en la historia de la literatura contemporánea", declaró Wastberg.
Vargas Llosa es un escritor "difícil de clasificar", subrayó Wastberg en su presentación del Nobel de Literatura, que escuchaba sentado en el escenario, al lado de los demás laureados.
En sus primeras obras, Vargas Llosa "renovó la novela; ahora es un poeta épico no sólo de estatura latinoamericana", sino universal, declaró Wastberg.
Vargas Llosa es un "poeta épico y un historiador, un ensayista, un columnista que abarca todos los temas, desde el fútbol al miedo de volar", agregó Wastberg, que habló en sueco, salvo el párrafo final, que dijo en español.
El académico sueco elogió el talento del peruano para "unir la tradición narrativa de Balzac y Tolstoi con los experimentos modernistas de William Faulkner".
Recordó, como lo hizo el martes Vargas Llosa en su discurso de aceptación del Nobel, que su rebelión contra un padre autoritario lo llevó a refugiarse en la literatura y en el mundo de la imaginación.
Los protagonistas de Vargas Llosa son rebeldes, dijo Wastberg, citando a Flora Tristán y su nieto Paul Gauguin ("Paraíso en la otra esquina"), y al irlandés Roger Casement - protagonista de "El Sueño del Celta", que denuncia la esclavitud en el Congo belga.
Vargas Llosa "usa la ficción para penetrar las facetas del poder, y explorar las obsesiones de los explotadores", afirmó el escritor sueco, subrayando que en "América Latina, los escritores deben asumir el deber moral de no colaborar con la injusticia".
Vargas Losa "cree en la fuerza de la literatura" para combatir "el prejuicio, el racismo y el nacionalismo intolerante", y "ha luchado por la libertad de expresión y por los derechos humanos", aseguró el sueco.
"¡Estimado Mario Vargas Llosa! Usted ha encapsulado la historia de la sociedad del siglo XX en una burbuja de imaginación. Esta se ha mantenido flotando en el aire durante 50 años y todavía reluce. La Academia sueca le felicita", clamó, conminando al escritor a acercarse a recibir el premio.
"Acérquese y reciba el premio Nobel de Literatura de este año de la mano de su Majestad el Rey de Suecia", proclamó.
Después de la ceremonia, los galardonados y sus invitados asistieron a un banquete en su honor, en el Ayuntamiento de la ciudad.