El cubano Juan Miguel Echevarría en longitud, la venezolana Yulimar Rojas en triple salto y la cubana Yaimé Pérez en disco constituyen, con sendos números uno en el ránking mundial del año, la vanguardia del atletismo latinoamericano en los Mundiales, que comienzan este viernes en Doha y terminan el 7 de octubre.
El saltador cubano, señalado como primer candidato a batir el récord mundial de longitud del estadounidense Mike Powell (8.95), que data de hace 28 años, ocupa la décima posición en la lista de todos los tiempos al aire libre con sus 8,68 de 2018 y este mismo año ha saltado sólo tres centímetros menos. Su marca le otorga una gran ventaja de 25 centímetros sobre el segundo del ránking, el japonés Shoutarou Shiroyama.
El triple femenino promete ser la cumbre del programa femenino, si finalmente Caterine Ibargüen, que está inscrita también en longitud, se inclina por esta prueba.
Encaramada en la cumbre del ránking mundial con la segunda mejor marca de todos los tiempos (15,41), Yulimar Rojas pretende revalidar su corona frente a una Ibargüen, campeona olímpica, que se lesionó en los Panamericanos de Lima y este año ha repartido sus esfuerzos entre el triple y la longitud, con 4 competiciones en cada una.
La última de triple data del 11 de julio, cuando fue sexta en Mónaco. El 6 de septiembre pasado, en la localidad española de Andújar, Yulimar se plantó, con 23 años, en el segundo lugar del ránking de todos los tiempos con esos 15,41 metros. Sólo la ucraniana Inessa Kravets, plusmarquista mundial, la precede con 15,50.
Si revalida el título, la discípula del cubano Iván Pedroso emulará a Ibargüen, la cubana Yargelis Savigne y la rusa Tatyana Lebedeva como doble campeona mundial de triple. Rojas ha ganado este año seis de sus ocho competiciones al aire libre, pero ha perdido frente a Ibargüen y contra la jamaicana Sherika Ricketts.
Yaimé Pérez es la otra líder latinoamericana en Doha. Ganadora de la Diamond League y campeona panamericana en Lima, preside el ránking mundial de disco con un lanzamiento de 69,35 metros. Su momento de gloria puede llegar aquí, después de dos cuartos puestos consecutivos en Mundiales.
Su compañera de equipo Denia Caballero, campeona mundial hace cuatro años en Pekín, que llega con 32 años y un registro de 69,20. Ambas pueden evitar que la croata Sandra Perkovic obtenga su tercer título consecutivo.
Fuera de los líderes mundiales, el atletismo latinoamericano presenta un amplio ramillete de opciones de medalla, o al menos de tener presencia destacada en las finales.
Es el caso del velocista ecuatoriano Alex Quiñónez, sexto del ránking en 200 con 19.87; el campeón olímpico brasileño Thiago Braz en pértiga; su compatriota Darlan Romaní (segundo en peso con 22,61); y una larga relación de marchadores como los ecuatorianos Barrondo (Erick y José Alejandro) y Andrés Chocho, o el mexicano Carlos Sánchez.
Entre las mujeres, la subcampeona olímpica cubana de pértiga Yarisley Silva confía en volver a estar con las mejores, aunque parte sólo con la décima mejor marca (4,75).
En marcha femenina, domina el ránking de participantes la ecuatoriana Glenda Morejón, en una prueba con profusa presencia latina: la colombiana Sandra Arenas, la guatemalteca Mirna Ortiz, la mexicana Ilse Guerrero, la peruana Leyde Guerra o la brasileña Erica de Sena.
