Opositores venezolanos y ciudadanos agobiados por la crisis económica se preparaban el miércoles para salir a las calles en respuesta al llamado del líder de la oposición, Juan Guaidó, a la "marcha más grande" de la historia del país, un día después de que convocó a los militares a deponer al presidente Nicolás Maduro.
En su intento más audaz para atraer a las fuerzas armadas, Guaidó apareció el martes por la mañana temprano frente a una base de la fuerza aérea de Caracas con docenas de miembros de la Guardia Nacional.
Fue el inicio de un día de protestas violentas que dejaron más de 100 heridos pero ninguna señal concreta de deserciones en el liderazgo de las fuerzas armadas.
"Sabemos que Maduro no tiene el respaldo ni el respeto de las fuerzas armadas", dijo Guaidó en un mensaje de video publicado en sus cuentas de redes sociales el martes por la noche. "Hemos visto que la protesta produce resultados. Debemos mantener la presión".