Funcionarios estadounidenses esperan que firmas como General Electric Co. (GE), Google y varias compañías de cruceros puedan conseguir en las próximas semanas la autorización del gobierno de Cuba para operar en la isla, como resultado de gestiones del gobierno del presidente Obama con las autoridades cubanas para que completen los trámites pendientes antes de que Donald Trump se instale en la Casa Blanca el próximo 20 de enero, indicaron al diario The Wall Street Journal personas familiarizadas con las discusiones.
Las navieras que podrían anunciar el comienzo de su servicio a Cuba serían Norwegian Cruise Line Holdings Ltd., Royal Caribbean Cruises Ltd. y Pearl Seas Cruises. Una sola compañía del ramo, Carnival, ha sido autorizada por La Habana para incluir a Cuba en un itinerario.
El Journal señala que para la Casa Blanca los acuerdos comerciales tendrían el objetivo de consolidar la política de Obama de promover mayores relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
Trump, el presidente electo, escribió en Twitter esta semana que "si Cuba no está dispuesta a negociar un mejor acuerdo para el pueblo cubano, el pueblo cubanoamericano y los Estados Unidos en general”, pondrá fin a los acuerdos de Obama.
El diario neoyorquino apunta que aunque no existe un acuerdo formal entre Estados Unidos y Cuba que pueda ser deshecho, sí ha habido un gran esfuerzo para ampliar los lazos económicos, comerciales y culturales entre los dos países desde que Obama y Raúl Castro anunciaron en diciembre de 2014 que restablecerían las relaciones diplomáticas.
El Journal recuerda que Google y General Electric han hecho este año incursiones limitadas en Cuba.
La primera abrió en marzo en el estudio habanero del artista oficialista Kcho un centro tecnológico donde los cubanos pueden acceder a Internet a velocidades 70 veces más rápidas que las disponibles para el público cubano. Además, ha estado tratando de ofrecer otros servicios para mejorar el acceso a Internet en la isla.
Por su parte, GE anunció en marzo, mediante la firma de una serie de memorandos de entendimiento, su intención de suministrar al gobierno cubano equipos para los sectores energético, médico y de la aviación.
Turismo sí, inversiones y comercio no
Un recuento de los pasos dados por ambos gobiernos desde el 17-D que publicó en agosto el Consejo Comercial y Económico Estados Unidos-Cuba (USCTEC) indica que, de los cambios regulatorios introducidos por Obama, el gobierno de Raúl Castro ha aprovechado solo los aspectos que menos le exponen y le representan más ganancias, particularmente a su sector turismo (vuelos comerciales regulares, tarjetas de crédito, acuerdos de roaming telefónico, alquiler de habitaciones, gestión de hoteles), mientras que ha ignorado los que buscan un fortalecimiento del comercio y las inversiones
En el primer caso, el balance de USCTEC recuerda que la administración Obama ha autorizado la aprobación caso por caso de créditos de bancos estadounidenses para financiar ventas a Cuba; permitido el uso del dólar en transacciones internacionales del gobierno cubano y la apertura de cuentas corresponsales cubanas en instituciones bancarias estadounidenses; y ampliado la lista de productos que pueden ser exportados a Cuba, incluso a una serie de empresas estatales siempre que estas beneficien de alguna manera al pueblo cubano. También, la de productos cubanos que pueden importarse a EE.UU (se añadieron textiles y café).
Sin embargo, el único sector en que se habian ampliado las importaciones cubanas según el estudio era en el de las medicinas, permitidas bajo la Ley de Democracia Cubana o Ley Torricelli de 1992 (un incremento de 457 % de 2014 a 2015), mientras que las de alimentos y productos agrícolas autorizadas por el Congreso en el año 2000 han continuado declinando.
Tampoco se ha autorizado a compañías estadounidenses a vender directamente a los negocios privados en Cuba ni a estos a exportar sus producciones al país vecino.
En el caso de las inversiones, a pesar de que la apertura ha motivado a unos 500 representantes de empresas de EE.UU. (más de 150 con máximo nivel ejecutivo) a viajar a la isla para explorar oportunidades, el USCTEC señalaba que una de las cosas que Cuba no ha hecho es responder oportunamente a sus preguntas y preocupaciones.
La Habana no ha aceptado que empresas de internet y telecomunicaciones norteamericanas tiendan un cable de fibra óptica y mejoren la infraestructura del sector en la isla, ni ha importado de EE.UU. equipos de esta índole, o los dispositivos personales liberados por el gobierno de Obama; solo ha autorizado a mantener una presencia física y operativa en Cuba a firmas de la industria de la hotelería y los viajes (Starwood, American, Delta).
La única propuesta de inversión estadounidense que aprobara el gobierno cubano en principio, la de la compañía Cleber LLC de Alabama para fabricar y vender tractores sencillos a los agricultores cubanos, no obtuvo finalmente el permiso para establecerse en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel.