El expresidente ruso Dmitry Medvedev lanzó esta amenaza en caso de que se flexibilicen las restricciones contra el uso de armas occidentales por parte de Ucrania.
Ksenia Karelina fue arrestada en enero bajo sospecha de "vandalismo menor", pero días después fue acusada de "traición" por transferir dinero a Razom, una organización que ayuda a civiles ucranianos afectados por la guerra.