Alberto Manuel Francisco Yarini Ponce de León Ponce de León y Ponce de León, vaya nombrecito para un chulo, aunque, la verdad, no estamos ante un chulo cualquiera, uno de esos de café con leche como antes se les nombraba, sino ante un chulo entre los chulos, chulo mayor, superchulo, proxeneta patriarcal, Rey de Chulos, o Rey de San Isidro como también se le conocía, con esa rara propensión de los isleños a lo monárquico semántico y, en los últimos tiempos, a lo monárquico marxista, hereditario, como manifestación del poder político en Cuba; monarquía absolutista por más señas.