Caleidoscopio
¿Qué tiempo tiene un pelotero para entrar en la agencia libre?
Esta pregunta nos la hacen cada rato nuestros oyentes. ¿Qué tiempo tiene que estar un jugador con un equipo, después de su debut, para optar por la agencia libre? La periodista de ESPN, Christina Kahrl, hace una explicación del tema pero se enreda en ejemplos y en pretensiones de hacer literatura.
Voy a tratar de explicar en criollo como es la mecánica.
Una campaña de Grandes Ligas dura, de acuerdo al reglamento de la institución, 187 días. Los jugadores ganan una temporada si permanecen 172 días o más en la lista de jugadores activos que tiene 25 peloteros por equipo.
Después de 6 temporadas completas con el equipo el jugador tiene derecho a declararse agente libre y optar por ofrecer sus talentos a cualquier equipo. Ahora bien, fíjense que digo completas, y eso es importante porque el equipo puede, antes que se agoten los 172 días, dividir esos 172 días en varias temporadas y hacer que el jugador tarde en completar el tiempo requerido para “liberarse”.
Por eso es importante calcular cuando pasan esos 172 días.
Hay otra situación que se presenta a menudo y los equipos se pueden valer de ella aunque en honor a la verdad no siempre lo hacen.
De acuerdo al reglamento de Grandes Ligas, un pelotero prospecto de ligas menores, se debe agregar a la lista de 40 jugadores si está firmado por el equipo cuando tenía 19 años o más y lleva 4 años o más en la organización y 5 años o más si es menor de 18 años.
Si el equipo no cumple con esas reglas, pudiera perder ese jugador en la llamada Regla 5 que celebra un sorteo cada diciembre y otros equipos pueden ganar el derecho de firmar ese jugador por una mínima cantidad y “robarse” el prospecto con muy bajo costo de inversión.
La Regla 5 también tiene sus requerimientos y protocolo y el equipo que adquiere el jugador puede perderlo sino sigue esos pasos. Pero ese tema es para otro día.
Los mejores prospectos son los más afectados por la manipulación de los “172 días” por los equipos porque estos usualmente son los que están listos para subir al club grande pero los equipos pueden dilatar el tiempo de que esto ocurra y así prolongar el tiempo del jugador antes de que pueda optar por la agencia libre.
Chistina Kahrl nos pone varios ejemplos de prospectos cuyo tiempo de debut en Grandes Ligas fue manipulado por sus equipos. Les mostraré 5 ejemplos. Vale decir que de esos 5 muchachos que señalo, cuando al fin debutaron, 4 ganaron el título de novato del año.
Los 5 jugadores son:
- Evan Longoria. Podía haber sido la tercera base de Tampa el día inaugural de la temporada de 2008.
- Bry Harper. Le pasó algo por el estilo con los Nacionales en 2012.
- George Springer. Lo mismo en 2014.
- Kris Bryant. Con los Cachorros en 2015. Muchas protestas del jugador y de su agente.
- Ronald Acuña. También lo “empujaron” para atrás en 2018. Acaba de firmar un contrato de $100 millones a largo plazo con los Bravos.
¿Por qué los equipos hacen esto?
Los análisis nos dicen que en el período de 24 a 30 años el jugador de béisbol tiene sus mejores años. Si un jugador debuta con el equipo a los 24 años, el equipo lo puede mantener bajo su control por 7 años y ese jugador no podrá entrar en la agencia libre hasta sus 30 años habiendo agotado, en promedio, los años más productivos de su carrera atlética y el equipo habrá obtenido, como en el título de la novela cursi “los mejores años de su vida”.
Este sistema no lucirá muy tierno pero es muy buen negocio para los equipos. Y en la vida, lo digo siempre, tú no tienes lo que mereces sino, lo que negocias.
Dwyane Wade, el gran embajador de Miami
En el pasado, las naciones y ciudades-estados tenían como héroes a caudillos militares que retornaban vencedores de sus campañas bélicas llenos de gloria después de haber derramado a raudales la sangre de los enemigos y de los guerreros propios. Esos personajes eran recibidos con júbilo por la muchedumbre y colmados de honores, convirtiéndose en los paladines de su pueblo.
Hoy somos bastante menos carnívoros escogiendo nuestros héroes y los hemos sustituido, en gran parte, con figuras descollantes del mundo del deporte.
En nuestra semi ciudad-estado de gran Miami hemos tenido varias figuras deportivas importantes que han brillado en nuestra comunidad. Algunas por la calidad y cantidad de su actuación y otros por su simpatía y carisma durante su trayectoria en el deporte local.
En las primeras dos categorías tenemos a Dan Marino en futbol americano con los Dolphins y a Dwyane Wade en basketball con el Heat. En la tercera categoría tenemos un Jeff Conine en béisbol con los Marlins, que si bien no fue una súper estrella como los dos anteriores, con su simpatía se ganó el mítico título de Mr. Marlin con los fanáticos de la península.
Hemos discutido entre nuestros compañeros de Radio Martí, cuál de estos señores es el de más relevancia en la historia de nuestra comunidad y que ocupa el lugar cimero en el olimpo deportivo local.
Mi opinión sin titubeos es que Wade está por encima de los otros, aun reconociendo lo grandes méritos que estos poseen.
Cuando Dwyane Wade terminó su último juego de la temporada regular en el American Airlines Arena contra los 76s de Philadelphia en abril 19 de 2019, concluyó una legendaria carrera de 16 años en la NBA que incluyó 3 campeonatos, 5 finales NBA, 13 apariciones en el All Star team y el liderato en más tiros bloqueados por un escolta en la historia, lo cual denota la determinación con que jugó. Wade está en los primeros lugares en asistencias, puntos y otras categorías.
Dentro del Miami Heat, Wade es dueño de casi todas las categorías ofensivas en la historia del equipo y hay que recordar que cuando jugó junto a Shackille O’Neal primero y LeBrond James y Chris Bosh después llevó a estos magníficos jugadores a ganar sus primeros campeonatos que nunca habían alcanzado en otras latitudes y con otros elencos.
Desde que Wade fue escogido por el Heat, en la promoción del draft de 2003, a la que pertenecen Carmelo Anthony, LeBron James, Chris Bosh y otros grandes de esa promoción, una de las más ricas en talento de la historia y comenzó a jugar en Miami, las otras franquicias locales tuvieron los siguientes resultados:
Los Dolphins han tenido 9 coaches y han alcanzado la victoria en post temporada en un solo partido; los Marlins no han ido nunca a la post temporada y han pasado por 10 managers; los Panthers del Jockey sobre hielo nunca han ganado una serie de post temporada y los antaño élites del equipo de la Universidad de Miami nunca han ganado un evento de su conferencia.
Pero no solo ha brillado Wade dentro del tabloncillo en ese ballet de gigantes que es el baloncesto profesional, también fuera de la cancha ha mostrado su estirpe y compromiso con nuestra comunidad. Wade ha participado en numerosas actividades de promoción de nuestra área y se ha convertido en un embajador del sur de Florida al tiempo que llevaba al Miami Heat a pasar de ser una gris franquicia local a una institución internacional reconocida en cada continente donde entienden algo de baloncesto: todos.
Hay que oír las manifestaciones de sus compañeros de equipo y aún de sus contrincantes en la duela sobre sus vivencias con Dwyane Wade para percatarse del lugar que le reconocen dentro y fuera del deporte. Pensé citar esas vivencias en este artículo, pero el espacio que tomarían sería más extenso que el del artículo en sí.
Wade se retira cuando está en la cima de su deporte, el mismo dijo que puede jugar 2 o 3 años más y su actuación de este año, saliendo del banco, evidencia esa aseveración. Pero se retira a tiempo, en grande, a una edad madura para el básquet, pero a mediados de sus 30s, edad para comenzar a impulsar los negocios que ha ido armando poco a poco mientras hacía un capital serio con sus entradas de la NBA y los patrocinios de productos que promociona.
Wade no comete el error de aquellos atletas que pretenden seguir cuando ya las facultades no le responden y siguen aferrados a lo que creen que todavía son ya, que la confianza es lo último que se pierde y el espejo es el último que se entera de la triste realidad.
Su gira de despedida ha sido maravillosa, fue recibido en cada última parada de cada ciudad de la NBA con ovaciones y vítores de los fanáticos del equipo contrario y él aceptando con simpatía la gratitud y homenaje de esos fanáticos que reconocen calidad y clase cuando las ven.
En cada cancha de cada una de esas ciudades, Wade siguió siendo el gran embajador de nuestra ciudad. Gracias Dwyane.
A un siglo de creada Bauhaus nos rodea
La Staatliche Bauhaus (Casa de Construcción Estatal), abreviada más tarde a simplemente Bauhaus, abrió sus puertas por primera vez el 1o de abril de 1919, cumpliendo un siglo este año. Bauhaus fue cerrada por los Nazis en 1933, teniendo que salir sus profesores y líderes al exilio.
Pero Bauhaus sigue influyendo la arquitectura, así como el diseño y las artes plásticas hasta nuestros días y aquellos arquitectos y exilados de los años treinta fueron los principales apóstoles en diseminar, en primer lugar por occidente y luego en todo el mundo el nuevo pensamiento de que “la forma tiene que seguir a la función”.
Los alemanes no quieren que la conmemoración del centenario de Bauhaus pase desapercibida y la celebran con la apertura de varios museos y exhibiciones relacionadas con la historia de Bauhaus.
En mayo de este año quedará restaurada en Weimar, ciudad donde fue fundada la escuela, la Haus Horn, una casa hecha con el estilo que ahora llaman “Minimalista” y que se conocía como “Internacional” cuando yo comencé arquitectura a finales de los 50s. La casa con muebles diseñados por estudiantes de Bauhaus de la época, es la única huella arquitectónica “bauhauista” que queda en Weimar.
Por cierto la escuela fue trasladada a Dessau en 1925 donde la escuela alcanzó su plenitud con un claustro de profesores que incluía, aparte de su fundador, Walter Gropius, arquitecto alemán hijo y nieto de arquitectos, a diseñadores, pintores y arquitectos como Vasili Kandisnki, László Moholy-Nagy, Paul Klee, Marcel Breuer y Mies van der Rohe. Esos individuos representan la columna vertebral de la arquitectura y el diseño en general del siglo XX y nos influyen en el siglo XXI.
También en Weimar, dirigido por la profesora de Bauhaus Heike Hanada, se inauguró el Museo de Bauhaus; en Berlín, ciudad donde estuvo la escuela de 1932 al 1933 y donde ahora tiene también una sede, se prepara la ampliación del Bauhaus-Archiv a terminarse en 2022 y la Haus Kulturen del Welt está presentando una exposición que reconoce la vinculación de Bauhaus con las culturas no occidentales.
En Dessau se inaugurará en septiembre un museo que mostrará una colección de más de 50,000 obras y artefactos de Bauhaus.
Como les dije, los nazis cerraron Bauhaus en 1933. Consideraban a los integrantes de Bauhaus como proponentes de un arte degenerado que no tenía cabida en el Nacionalsocialismo. Bauhaus en realidad representaba una política abierta y democrática, lo que, para los Nazis suponía una gran infracción.
Los miembros exilados de Bauhaus y sus discípulos y seguidores revolucionaron el mundo y en particular a Estados Unidos, la filosofía del diseño y los objetivos del arte y la arquitectura.
Mies van del Rohe y Moholy-Nagy cambiaron la fisonomía de Chicago, van der Rohe con el diseño de sus edificios y como profesor de Universidad y Maholu-Nagy fundó la Nueva Bauhaus y rediseñó el paisaje de Chicago.
Walter Gropius enseñó en Yale y entrenó a Paul Rudolph quien sería más tarde el mentor de Richard Rogers y Norman Foster y a I. M Pei el de la pirámide del Louvre, la National Gallery y el Miami Tower.
La influencia de esos arquitectos moldeó el pensamiento del siglo pasado.
Cuando entré en la escuela de arquitectura de la Universidad de La Habana a finales de los 1950, el estilo internacional era la religión del diseño. Nos enseñaron a desdeñar todo el oropel y el adorno inútil, con énfasis en el funcionalismo y siempre buscando la unión entre el uso y la estética.
Hoy Bauhaus nos rodea, invisible para el no iniciado, pero influyendo en todo lo que se construye y se fabrica. A algunos, por cultura personal, nos influye más que a otros. Si van a mi casa, encontrarán que todos los muebles son Bauhaus. Mis amigos me dicen que son ultra-modernos y yo les digo: “esos muebles fueron diseñados hace casi un siglo”. Sofá de LeCorbusier, sillas Barcelona de Mies van der Rohe y sillas Vasili, diseñadas por Marcel Breuer en honor de su amigo Vasili Kandisnki. Todos diseñados en los 1920s.
Hoy vemos la influencia de Bauhaus en el diseño industrial contemporáneo, en un ejemplo puro del estilo internacional/minimalista de que la “forma sigue la función” y que “busca la unión entre el uso y la estética”, por un hombre estudioso del diseño Bauhaus, Steve Job: El IPhone.
Grandes Ligas, un negocio fuera del carril de las leyes económicas
La organización de Grandes Ligas es la única entidad corporativa que funciona en contra del criterio establecido en las reglas de la economía. Veamos.
En ningún otro mercado laboral el salario de los empleados crece en proporción adversa a la calidad y cantidad de su contribución al negocio.
Imagínense que el dinero de los empleados crezca a medida que su capacidad merme. Bueno, eso es exactamente lo que pasa en el caso típico de contratos de larga duración en que el salario es ascendente.
Tomemos, entre otros, el ejemplo de Matt Holiday, el toletero fue siete veces al juego All Stars y en sus años más productivos fue uno de los mejores bateadores. Firmó un contrato grande a largo plazo en su época de esplendor, pero ese brillo se ha ido opacando y ya su actuación ha mermado considerablemente. Sin embargo, Holliday sigue cobrando $17 millones por año de ese contrato garantizado cuando ya su actuación no es, por mucho, acreedora de esa cantidad de dinero.
En esta temporada hemos estado subiendo la cuesta con el tamaño y longitud de los contratos y algunos serán en el futuro los ejemplos más llamativos de lo que estamos escribiendo hoy.
Ascendiendo tenemos el contrato de Manny Machado, el de Nolan Arenado, el de Brice Harper y en la cúspide del Everest el de Mike Trout de $426 millones.
Por cierto, estos contratos generaron las protestas de varios peloteros muy conocidos en relación a que, mientras esos jugadores obtenían esos contratos, otros jugadores, considerados de muy buena calidad, se habían tenido que conformar con contratos a corto plazo y relativa cantidad menor de dinero. Aparte que varios de ellos aún no han firmado.
A estas críticas contestó el Comisionado de Grandes Ligas Robert Manfred diciendo que “eso fue decisión de los dueños que consideraron que jugadores como Harper y Trout brindaban más “value” (valor intrínseco) a sus equipos que todos esos otros atletas”.
Esas declaraciones del comisionado Manfred concuerdan con lo expresado en nuestro artículo “La incidencia de WAR en la agencia libre”.
Esencialmente dice esto es un negocio, que los gerentes generales son los que toman las decisiones y que han descubierto usando el WAR que no es oro todo lo que brilla.
Algunos jugadores ya se han percatado de la nueva realidad de WAR.
El tercera base de los Gigantes de San Francisco, Evan Longoria escribió un Instagram, “cada día alguien desarrolla otra herramienta analítica para devaluar a los jugadores”.
En el año 1970 los jugadores de béisbol de Grandes Ligas obtuvieron una gran conquista, la agencia libre.
La Asociación de Jugadores de Grandes Ligas se convirtió en uno de los sindicatos más poderosos de EE UU y desde entonces los jugadores han ido, poco a poco ganándole terreno a los dueños.
Según el economista de la Universidad de Drexel en Pennsylvania, Joel Maxcy, después de 40 años el balance se ha volcado en contra de los dueños.
El Mercado laboral de Grandes Ligas es distinto al de la NBA, National Basketball Association o NFL, National Football League.
En el béisbol no hay tope salarial, lo cual la hace la única liga en que los dueños licitan los peloteros en el mercado abierto.
Desde 2006, la porción de dinero pagada a los jugadores ha aumentado del 54% al 58% del total de la cantidad generada por las Grandes Ligas.
Es probable que los dueños estén calculando como encarrilar de nuevo para seguir las leyes naturales del mercado y la economía.