GINEBRA/CARACAS (Reuters) - El éxodo de migrantes desde Venezuela se está acercando a un momento comparable con la crisis de los refugiados en el Mediterráneo, dijo el viernes la agencia de migraciones de Naciones Unidas.
Cada vez más personas están huyendo del bajón económico y los problemas políticos en Venezuela, amenazando con abrumar a los países vecinos. Representantes de los gobiernos de Colombia, Ecuador y Perú se reunirán la semana próxima en Bogotá para buscar una salida a la crisis.
En Caracas el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, dijo que los venezolanos que han salido retornarán al país al ver los efectos positivos de un recién anunciado paquete de medidas económicas.
“Las venezolanas y los venezolanos que se quieran venir, bienvenidos, son necesarias y son necesarios, vénganse, los necesitamos y ya verán como en relativo corto tiempo se van a notar con mucha fuerza las consecuencias de este programa” económico, dijo Rodríguez a periodistas en la Casa de Gobierno.
El ministro no comentó el origen de la migración venezolana y sólo agregó que en el Gobierno han notado “muestras de xenofobia (...) en algunas poblaciones en Colombia y en algunos medios de comunicación de Colombia y en Brasil”.
Ecuador y Perú han dificultado el ingreso de los venezolanos con la exigencia de pasaportes válidos, en lugar de sólo documentos nacionales. Mientras en Brasil, manifestantes hicieron que cientos de inmigrantes se devolvieran hacia la frontera.
El portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Joel Millman, dijo que los eventos son señales tempranas de alerta y que deben movilizarse fondos y medios para atender las salidas de venezolanos.
“Esto está acercándose a un momento de crisis que hemos visto en otras partes del mundo, particularmente en el Mediterráneo”, dijo Millman en una rueda de prensa.
El jueves, la OIM y ACNUR, la agencia de refugiados de la ONU, pidieron a países latinoamericanos aliviar la entrada de venezolanos. Más de 1,6 millones han dejado el país desde 2015.
El viernes, una jueza ecuatoriana dejó sin efecto la medida impuesta por el Gobierno de solicitar pasaporte a los ciudadanos venezolanos para ingresar a su territorio, dijo la Defensoría del Pueblo, bajo el argumento de que la exigencia vulneraba sus derechos.
En la lectura de su resolución, la jueza Judith Naranjo dispuso además que en el plazo de 45 días el Gobierno deberá desarrollar un plan integral para el flujo regular de los inmigrantes.
Mientras en Perú, el Superintendente de Migraciones, Eduardo Sevilla, dijo que el Gobierno eximirá a algunos venezolanos del requisito de pasaporte, incluidos los padres con hijos que buscan reunirse son su familia, mujeres embarazadas y personas muy enfermas.
Sin embargo, Sevilla dijo que las autoridades también estarán atentas a los intentos de algunos de evadir las nuevas normas reclamando un estado de refugiado.
“¿ACNUR se va a ser responsable si esa persona comete un delito penal? (...) Es nuestra prioridad absoluta contribuir a la seguridad del Estado y al orden interno, identificando plenamente a las personas”, agregó.
El portavoz de ACNUR, Andrej Mahecic, dijo el viernes que los gobiernos habían hecho esfuerzos “admirables”, pese a que las capacidades de recepción y servicios están sobrepasadas.
Pero “algunas imágenes preocupantes” aparecieron en la región en la última semana. “Esa creciente estigmatización de aquellos que se ven forzados a huir también pone en riesgo los esfuerzos para su integración”, afirmó Mahecic.