Un editorial de The New York Times propone hoy la abolición de las políticas migratorias de Estados Unidos que favorecen a los cubanos y alienta al Congreso y a la Casa Blanca a emprender pasos en ese sentido.
Miles de cubanos se han lanzado al mar en precarias embarcaciones y en peligrosos viajes por tierra este año, dirigiéndose a Estados Unidos.
El nuevo éxodo, la mayor ola de migrantes cubanos desde los años 1990, es impulsado por la desesperanza en el país comunista y porque temen que los privilegios a inmigrantes cubanos por parte de Washington podrían terminar, ahora que las relaciones diplomáticas se han restaurado.
El Times considera que la Ley de Ajuste Cubano es una reliquia de la Guerra Fría y es hora de eliminarla.
"El Congreso debe derogar la Ley de Ajuste Cubano, una norma de 1966 que creó un mecanismo acelerado para admitir a cubanos en un momento en el que Estados Unidos buscaba minar a un aliado soviético", señala el editorial.
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The New York Times cree que el sistema ha ayudado a traficantes de personas en Latinoamérica y creado problemas a países en los que operan, desde Ecuador a México.
Además, subraya que ha sido usado por Cuba como "un pretexto para imponer estrictos controles a su propia población" y ha impedido a las autoridades estadounidenses llevar a cabo las verificaciones que aplica a los inmigrantes de otros lugares.
El editorial recomienda negociar un acuerdo con Cuba para la inmigración ordenada y que los cubanos que lleguen a Estados Unidos sin autorización sean repatriados a menos que demuestren un temor creíble de persecución.
También opina que Washington también debe poner fin al Programa para Profesionales Médicos Cubanos (Cuban Medical Professional Parole Program, CMPP) que concede visas y condición de refugiado al personal médico cubano en misiones internacionales en terceros países.
A cambio, dice el Times, Cuba debería aceptar la repatriación de más de 34.000 cubanos que han cometido delitos en Estados Unidos y suspender las restricciones de viaje que impuso a los médicos, una medida que contraviene la ley internacional sobre Derechos Humanos.
