El cólera es una enfermedad diarreica aguda que, si no se trata, puede causar la muerte en cuestión de horas. Se calcula que cada año se producen entre 3 millones y 5 millones de casos de cólera y entre 100 000 y 120 000 defunciones. Hasta el 80% de los casos puede tratarse satisfactoriamente con sales de rehidratación oral. Las medidas eficaces de control dependen de la prevención, la preparación y la respuesta. El suministro de agua potable y el saneamiento son medidas decisivas para reducir las repercusiones del cólera y otras enfermedades transmitidas por el agua. Las vacunas anticoléricas orales se consideran un medio adicional de control, pero no deben remplazar las medidas convencionales mencionadas. La transmisión del cólera está estrechamente ligada a una mala gestión ambiental. Las zonas de riesgo son las barriadas donde no hay infraestructura básica y no se cumplen los requisitos mínimos de agua limpia y saneamiento. El cólera es un indicador clave de la falta de desarrollo social.