Al igual que en Europa Central y del Este, que cambió la penuria de medio siglo de comunismo para adaptarse a un sistema de economía libre y llevar una mejora importante al nivel de vida de su población y sus posibilidades de futuro, también en América Latina se ha dado un fenómeno semejante.
Es algo que explicó en Washington el catedrático español de economía Pedro Schwartz, quien, en el marco de una conferencia económica internacional, señaló que países como Colombia, México o Perú, dejaron atrás los modelos inútiles que les mantenían en la pobreza y cambiaron hacia la iniciativa privada y el progreso.
Incluso Brasil, dijo, a pesar de un lenguaje de izquierdas, se ha apuntado al desarrollo sobre estas bases y los resultados son evidentes. Otros países, como Chile, aprovechan unas buenas estructuras que ya tenían y, aunque los chilenos se libraron de la dictadura de Pinochet, no descartaron las medidas útiles que éste aplicó en su día.
La situación es muy diferente en otro grupo de países, como Argentina, Bolivia o Venezuela. En cuanto a Venezuela, podría experimentar como tantos otros países petroleros la llamada “maldición del petróleo”, pues la bonanza que el oro negro ofrece, la malgastan los gobiernos de manera inútil y no enriquece a la población ni labra un futuro estable.
Comparó lo que hace Venezuela, tirando el dinero que entra por su petróleo, con la política del gobierno noruego, que lo invierte para futuras generaciones.
El caso de Venezuela, además, es especial porque podría ver muy reducidos sus ingresos de petróleo. Schwartz se refirió a las posibles bajadas de precio en los mercados internacionales por la abundancia de otras fuentes energéticas, como el gas natural, o la gran disponibilidad de petróleo de capas bituminosas.
Aunque Schwartz no se refirió a ello, Venezuela se enfrenta además a una bajada importante de su producción a causa de que no invierte en mantener sus instalaciones, algo necesario en cualquier producción petrolera, pero todavía más en el país de Bolivar pues el petróleo que produce, de gran contenido sulfuroso, exige un mantenimiento mayor.
Ello podría repercutir muy negativamente en Cuba, que ha substituído las ayudas soviéticas de décadas anteriores por las donaciones que hoy le hace Venezuela. Schwartz comentó que Cuba tiene a mano grandes posibilidades de prosperar y experimentar un auténtico milagro económico si llega una transición política que le permita seguir las leyes de la economía libre, sin necesidad de limosnas.
La transición podría llevar a la isla una bonanza enorme, pues se halla situada estratégicamente frente a grandes mercados, como son México y Estados Unidos.
Durante la conferencia, Schwartz habló de la situación en España y lamentó que el actual gobierno haya sido excesivamente lento en aplicar soluciones y además considera contraproducentes las subidas de impuestos.
Hay quienes se sorprenden de que estas medidas las aplique un gobierno conservador, pero Schwartz señaló la incongruencia con la que se usa la palabra conservador: es el que quiere conservar la situación actual, algo que muchas veces pertenece precisamente al monopolio de la izquierda, mientras que los defensores de la economía de mercado y de la libre iniciativa, dijo, son los verdaderamente revolucionarios pues se adaptan a las necesidades del momento.