Las graduaciones aceleradas de médicos en Cuba para cubrir la necesidad de exportarlos están afectando la calidad de su formación y de la medicina en Cuba, sugiere un extenso reportaje del diario madrileño El País acerca de la exportación de servicios médicos que –dice-- "financia el grueso del presupuesto cubano y sostiene su política internacional".
La pieza destaca las ayudas económicas, créditos y arreglos comerciales que ha negociado La Habana en medio siglo con 107 países, a cambio de asistencia médica, así como los recientes pasos para diversificar el mercado, por ahora concentrado en Venezuela, con el envío de unos 6.000 médicos a Brasil.
El economista y profesor emérito de la Universidad de Pittsburgh Carmelo Mesa-Lago ha estudiado el papel vital de la exportación de servicios profesionales para la economía cubana, ayudando a compensar el pronunciado déficit de exportaciones de mercancías en la balanza comercial.
El País observa que, si bien en la actualidad se calcula que unos 42.000 trabajadores de la salud cubanos prestan servicio en el extranjero, las universidades de la isla están en capacidad de graduar a otros 5.000 cada año para suplir la demanda internacional.
Julio César Alfonzo, médico cubano graduado en 1992 y actual director de la organización Solidaridad Sin Fronteras, con sede en Miami, subrayó a El País que desde que comenzó el programa de misiones en Venezuela “están graduando médicos en tiempo récord para suplir la necesidad de exportarlos y esto ha ido en detrimento de calidad de la formación de los médicos y de la medicina de Cuba, que solía ser de primera”.
El señalamiento se puso de relieve recientemente, cuando el Consejo Federal de Medicina de Brasil tildó de “irresponsable” la propuesta del gobierno de Dilma Roussef de importar médicos cubanos y cuestionó la “calidad técnica y ética” de los profesionales cubanos.
Cifras presentadas por el Consejo indican que un 94% de los médicos cubanos y bolivianos que en 2012 se sometieron a pruebas de validación de sus títulos para ejercer la medicina en Brasil, reprobaron los exámenes.
Resultados similares han reportado los colegios médicos de Chile y Costa Rica
La pieza destaca las ayudas económicas, créditos y arreglos comerciales que ha negociado La Habana en medio siglo con 107 países, a cambio de asistencia médica, así como los recientes pasos para diversificar el mercado, por ahora concentrado en Venezuela, con el envío de unos 6.000 médicos a Brasil.
El economista y profesor emérito de la Universidad de Pittsburgh Carmelo Mesa-Lago ha estudiado el papel vital de la exportación de servicios profesionales para la economía cubana, ayudando a compensar el pronunciado déficit de exportaciones de mercancías en la balanza comercial.
El País observa que, si bien en la actualidad se calcula que unos 42.000 trabajadores de la salud cubanos prestan servicio en el extranjero, las universidades de la isla están en capacidad de graduar a otros 5.000 cada año para suplir la demanda internacional.
Julio César Alfonzo, médico cubano graduado en 1992 y actual director de la organización Solidaridad Sin Fronteras, con sede en Miami, subrayó a El País que desde que comenzó el programa de misiones en Venezuela “están graduando médicos en tiempo récord para suplir la necesidad de exportarlos y esto ha ido en detrimento de calidad de la formación de los médicos y de la medicina de Cuba, que solía ser de primera”.
El señalamiento se puso de relieve recientemente, cuando el Consejo Federal de Medicina de Brasil tildó de “irresponsable” la propuesta del gobierno de Dilma Roussef de importar médicos cubanos y cuestionó la “calidad técnica y ética” de los profesionales cubanos.
Cifras presentadas por el Consejo indican que un 94% de los médicos cubanos y bolivianos que en 2012 se sometieron a pruebas de validación de sus títulos para ejercer la medicina en Brasil, reprobaron los exámenes.
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