Los 4.000 médicos cubanos contratados por el gobierno brasileño para trabajar en áreas rurales y aisladas del país tendrán una condición semejante a la esclavitud, denunció hoy uno de los principales sindicatos médicos de Brasil.
"Los contratos de los médicos cubanos tienen características de trabajo esclavo y sólo sirven para financiar al gobierno de Cuba", afirmó la Federación Nacional de los Médicos (Fenam) en un comunicado publicado en su página web.
Según la federación, pese a que el gobierno de Brasil le pagará al de Cuba un valor mensual de 10 000 reales (unos 4 080 dólares) por cada médico, los profesionales recibirán una ínfima parte de eso, y tendrán limitada su movilidad en el país.
El presidente de la federación, Geraldo Ferreira, dijo que esas condiciones irregulares de trabajo son las mismas a las que fueron sometidos los cubanos enviados a otros países de América Latina.
"Según los testimonios de autoridades médicas de Bolivia y de Venezuela, esos programas han evidenciado una calidad muy dudosa de los médicos y un sistema de actuación muy cercano al de una brigada militar, en lugar de profesionales de la salud", afirmó Ferreira.
La mayoría de las entidades representativas de los médicos ha criticado el acuerdo anunciado el miércoles por el gobierno brasileño para que este mismo año lleguen al país 4 000 médicos cubanos para trabajar en áreas pobres, en el marco de un plan de mejoras de la salud.
El Ministerio de Salud informó de que los profesionales cubanos serán distribuidos en 701 ciudades de las regiones norte y noreste, en las que los brasileños no han mostrado interés en trabajar.
El propio ministro de Salud de Brasil, Alexandre Padilha, admitió que desconoce cuánto dinero recibirá cada médico cubano debido a que eso depende de una decisión del gobierno de Cuba. Según Ferreira, además de no contar con ninguna garantía laboral en Brasil, los médicos cubanos tendrán que cumplir leyes de su país que les restringen la movilidad incluso en Brasil.
El dirigente sindical afirmó que la federación analiza la posibilidad de denunciar el contrato de cooperación entre Brasil y Cuba ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La federación exige que los médicos cubanos que actúen en Brasil sean sometidos a los exámenes de calificación que se les pide a profesionales de otros países y a pruebas en las que demuestren que dominan el portugués.
Por su parte el Consejo Federal de Medicina, (CFM), que reglamenta la actividad profesional de los médicos en Brasil, manifestó en un comunicado que el acuerdo con Cuba, a través de la Organización Panamericana de la Salud, sólo busca beneficiar políticamente al oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y pondrá en peligro la salud de los habitantes pobres de áreas remotas.
"Los contratos de los médicos cubanos tienen características de trabajo esclavo y sólo sirven para financiar al gobierno de Cuba", afirmó la Federación Nacional de los Médicos (Fenam) en un comunicado publicado en su página web.
Según la federación, pese a que el gobierno de Brasil le pagará al de Cuba un valor mensual de 10 000 reales (unos 4 080 dólares) por cada médico, los profesionales recibirán una ínfima parte de eso, y tendrán limitada su movilidad en el país.
El presidente de la federación, Geraldo Ferreira, dijo que esas condiciones irregulares de trabajo son las mismas a las que fueron sometidos los cubanos enviados a otros países de América Latina.
"Según los testimonios de autoridades médicas de Bolivia y de Venezuela, esos programas han evidenciado una calidad muy dudosa de los médicos y un sistema de actuación muy cercano al de una brigada militar, en lugar de profesionales de la salud", afirmó Ferreira.
La mayoría de las entidades representativas de los médicos ha criticado el acuerdo anunciado el miércoles por el gobierno brasileño para que este mismo año lleguen al país 4 000 médicos cubanos para trabajar en áreas pobres, en el marco de un plan de mejoras de la salud.
El Ministerio de Salud informó de que los profesionales cubanos serán distribuidos en 701 ciudades de las regiones norte y noreste, en las que los brasileños no han mostrado interés en trabajar.
El propio ministro de Salud de Brasil, Alexandre Padilha, admitió que desconoce cuánto dinero recibirá cada médico cubano debido a que eso depende de una decisión del gobierno de Cuba. Según Ferreira, además de no contar con ninguna garantía laboral en Brasil, los médicos cubanos tendrán que cumplir leyes de su país que les restringen la movilidad incluso en Brasil.
El dirigente sindical afirmó que la federación analiza la posibilidad de denunciar el contrato de cooperación entre Brasil y Cuba ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La federación exige que los médicos cubanos que actúen en Brasil sean sometidos a los exámenes de calificación que se les pide a profesionales de otros países y a pruebas en las que demuestren que dominan el portugués.
Por su parte el Consejo Federal de Medicina, (CFM), que reglamenta la actividad profesional de los médicos en Brasil, manifestó en un comunicado que el acuerdo con Cuba, a través de la Organización Panamericana de la Salud, sólo busca beneficiar políticamente al oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y pondrá en peligro la salud de los habitantes pobres de áreas remotas.