La mayor reserva para frenar el problema del envejecimiento de la población en Cuba estaría en la disminución “de los embarazos que se interrumpen voluntariamente cada año” (abortos), señaló el miércoles en la Comisión de Salud y Deporte de la Asamblea Nacional de Cuba el doctor Roberto Alvarez Fumero, jefe del Programa Materno Infantil (PAMI) del Ministerio de Salud Pública de la isla.
Varios diputados apoyaron el planteamiento e insistieron en la necesidad de que se comprenda que, ni el legrado quirúrgico, ni la llamada regulación menstrual, procedimientos sumamente extendidos en la isla, son métodos anticonceptivos.
Alvarez Fumero reveló que con unos 900 nacimientos más en el primer semestre de 2014, la cifra aumentó en Cuba con relación a igual período del año anterior, pero señaló que la tasa de fecundidad sigue siendo baja: 1,69 hijos por mujer, por debajo de la marca de reemplazo de 2,1.
“Nos enfrentamos a un escenario de bajos niveles de fecundidad y mortalidad, con proyecciones de ser el país más envejecido de la región en solo dos o tres décadas”, alertó el especialista, al tiempo que señalaba que “desde el año 1978 no hay reemplazo generacional” en Cuba.
Entre las causas sociales de la baja natalidad en Cuba el funcionario mencionó "los avances del país en la educación, en el sector salud y en específico la parte reproductiva, en la seguridad y asistencia social y sobre todo a partir de los profundos cambios que ha experimentado la mujer cubana con un mayor empoderamiento y desarrollo en nuestra sociedad".
Observadores independientes citan otras como las limitaciones de vivienda, los bajos salarios y la percepción de que no hay futuro en el país, que incentivan la emigración, principalmente de los jóvenes.
Según el Censo de Población y Vivienda realizado en septiembre de 2012, Cuba cuenta con un población de 11 millones 163 mil 934 habitantes: el 18,3% tiene 60 años ó más; el 18,4 %, entre cero y 15 años; y entre 16 y 59 representan el 63,3% del total. La dinámica demográfica para reponer una población joven requiere que los de 0 a 15 años sean el doble del grupo de 60 ó más.
Mientras se confronta este dilema, “Cuba es una de las naciones con una de las tasas de cobertura anticoncepcional más elevadas, de alrededor de un 78 % de accesibilidad”, informó el directivo del PAMI, y aclaró que “ese es un derecho que no va a cuestionarse”.
Médicos y otros entendidos en el tema han atribuido en parte la baja natalidad en Cuba a la facilidad que tienen las mujeres para hacerse interrumpir el embarazo en las instalaciones de salud del país, en los últimos años, mediante la generalización de un aborto por aspiración del embrión en las primeras semanas, eufemísticamente llamado “regulación menstrual”.
Al referirse al elevado índice de abortos en el país Alvarez Fumero mencionó su riesgo de ocasionar infertilidad femenina y muerte materna.
Enumeró por otra parte, entre las medidas que fomentarían una mayor natalidad, “brindar información a las parejas sobre los servicios de planificación familiar y las ventajas de la anticoncepción oral y hormonal inyectable, establecer en los laboratorios de los policlínicos el diagnóstico bioquímico para comprobar el embarazo antes de realizar la regulación menstrual, e incrementar los niveles de ventas de preservativos”.
Los anticonceptivos orales a base de hormonas que se venden en Cuba son sospechosos de propiciar en las mujeres cáncer mamario o uterino.
También mencionó Alvarez Fumero entre las medidas paliativas “fomentar el respeto a mujeres añosas que deciden parir”. Los médicos suelen advertir a las mujeres que desean procrear después de los 40 años sobre los riesgos de aborto espontáneo o defectos congénitos en la criatura que ello acarrea.
Datos del Ministerio de Salud Pública de Cuba correspondientes a 2009, citados por el servicio BBC Mundo, cifraban en 84.687 los abortos practicados. El reportaje señalaba que en 1986 la cifra fue el doble.
Tomando la media entre los dos años citados –unos 127.000 anuales-- habrían dejado de nacer entre 1986 y 2009 casi 3 millones de cubanos. El aborto se despenalizó en Cuba en 1965, y es gratuito y de fácil acceso.
Incluso los profesionales de la medicina han contribuido a su banalización. Una médico miembro de la asociación Provida de Cuba, Concepción Morales, refería en una entrevista con el sitio Gaveta New que en la isla "lo primero que un médico le pregunta a una mujer cuando le diagnostica un embarazo es: '¿te lo vas a dejar?', como cuando uno va a la peluquería y le preguntan: ¿te lo vas a cortar (el pelo)?". "Es una pregunta de peluquero", denunciaba la doctora Morales.
El continuado envejecimiento de la población cubana y el decrecimiento poblacional podrían acarrear serias consecuencias a la nación, al reducirse progresivamente la fuerza laboral y aumentar la cantidad de personas retiradas y necesitadas de atenciones especiales.