El Departamento de Estado de Estados Unidos ha tomado medidas que restringe la autorización de visas estadounidenses a funcionarios de gobiernos extranjeros y otras personas que se cree son responsables de facilitar la inmigración ilegal al país.
El secretario de Estado Marco Rubio explicó que la política afectará a funcionarios de inmigración, aduanas, aeropuertos y autoridades portuarias, así como a otros que "faciliten deliberadamente el tránsito de extranjeros que intentan ingresar ilegalmente a Estados Unidos a través de la frontera suroeste".
Esta nueva política complementa las que fueron expandidas en 2024 que restringen visas a los directivos de agencias de viajes y operadores turísticos "que facilitan la migración irregular" al igual que a los de compañías que les ofrecen transporte por tierra, mar o aire chárter.
"Estas medidas continuarán hasta que esos funcionarios asuman la responsabilidad de garantizar la implementación de políticas y la aplicación de las leyes existentes para evitar el tránsito de estos individuos", Rubio dijo en un comunicado de prensa. "Estados Unidos no dará marcha atrás cuando se trata de defender nuestros intereses de seguridad nacional".
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