Las autoridades cubanas presionan a los testigos del caso a pocas horas del juicio contra el líder de la opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, denunciaron este martes familiares y activistas de la organización.
La familia aún no ha sido citada a la audiencia que tendrá lugar el miércoles, 26 de febrero, a las 8:30 de la mañana, y temen se realizará "a puertas cerradas", dijo a Radio Martí la esposa de Ferrer, Nelva Ismarays Ortega.
"Los testigos se mantienen bajo amenaza", afirmó la mujer, activista de UNPACU y médico de profesión. Ortega añadió que además del testimonio de los miembros de la organización Ebert Hidalgo Cruz y su hijo, Eber Luis Hidalgo Ladrón de Guevara, Ferrer cuenta con el de un vecino que también ha sido amenazado por la Seguridad del Estado.
El domingo, Ebert Hidalgo fue detenido y amenazado con encarcelamiento si su testimonio en el juicio es favorable a Ferrer. "Ya le dijeron hasta artículos que podría cumplir para ir directamente a prisión", señaló Ortega. Pero también le preocupa el acoso permanente a esa tercera persona que se ha ofrecido a testificar a favor de su esposo.
"Es un testigo neutro (...), un vecino, no tiene nada que ver con el activismo que realizamos nosotros en la Unión Patriótica de Cuba", afirmó Ortega.
Francisco Blanco Robinson presenció, el 21 de septiembre, cuando "la supuesta víctima, Sergio García, sentado al frente de la sede esperaba hablar con José Daniel para pedirle perdón por las consecuencias de cómo había llegado, que estaba borracho. Ya se le había dicho en otras ocasiones que no lo podía hacer", añadió.
El testigo "vio que [García] no tenía ninguna lesión en la cara ni en ninguna parte del cuerpo, se levantó por sus propios medios y pudo bajar la cuadra". Ante la injusticia, el vecino ha decidido acudir al juicio, a pesar de las reiteradas advertencias de la policía política, que "han amenazado hasta a la familia", explicó Ortega.
Entre las amenazas, le han dicho al testigo, un cuentapropista que se dedica a la compraventa de pescado, que puede perder su negocio e ir a la cárcel. Sobre otros miembros de su familia, le han recordado que sus acciones pueden tener consecuencias negativas en la escuela para sus sobrinos adolescentes, y los adultos perder sus trabajos en empresas estatales, dijo Ortega.
"Si me ocurre algo es responsabilidad de ellos. Hágalo saber. La única manera de no llegar a ese juicio es que me detengan o que me hagan algo. Fuera de eso, yo quiero hacer justicia", afirmó Blanco Robinson, según Ortega.
Otras personas pudieron ver cuando la presunta víctima de una golpiza "cogió la moto y se fue". Esas otras personas le han dicho a la esposa de Ferrer "que sabían que él era inocente", pero que temen perder sus trabajos. "Ir a un juicio y ponerse la soga al cuello no podían hacerlo" porque tienen bocas que alimentar.
Ortega también ha pedido que se llame a declarar como testigo de la defensa a la esposa de la presunta víctima, Clarivel Cabrejas, cuya grabación con un testimonio que desmiente las acusaciones de la fiscalía "está en todas las redes sociales", afirmó.
También ha pedido al abogado, Gustavo Ortiz Concepción, que presente esa grabación como evidencia en el juicio.
En la grabación, publicada en Facebook por Carlos Amel Oliva, coordinador juvenil de UNPACU, Cabrejas dice que su esposo tuvo un accidente en una moto y que estaba ingresado en el hospital a causa de las lesiones sufridas. La mujer refiere, además, que agentes de la Seguridad del Estado amenazaban a García para que testificara que las lesiones fueron a causa de una golpiza recibida en Santiago de Cuba a manos de Ferrer. Cabrejas, incluso, pidió ayuda económica a la organización para comprar los medicamentos que necesitaba su esposo, recordó Ortega.
La familia de Ferrer ha intentado comunicarse con García después de eso, pero "nunca aparece" ni contesta las llamadas, dijo Ortega.
(A partir de una entrevista de Ivette Pacheco para Radio Martí)
