La camagüeyana Reyna Yacnara Barreto Batista será llevada a prisión el jueves luego de ser condenada a 4 años de trabajo correccional con internamiento por su asistencia a las manifestaciones del 11 de julio.
“¿Lo volvería a hacer? La verdad es que no, en ese momento... fíjate, en cualquier momento de mi vida que yo siento que mi cuerpo o mi vida, físicamente, está siendo atentada por otras personas, porque en realidad ellos fueron los que realizaron el atentado contra mí y yo lo único que hice fue tratar de defenderme, pues sí me trataría de defender ante cualquier situación. De hecho, con la patada que me dieron yo sufrí lesiones. Cuando estuve detenida, ellos mismos me sacaron un certificado de lesiones, que luego la jueza desestimó”, dijo en conversación con Radio Televisión Martí, la joven de 22 años.
“El 11 de julio yo salí de mi casa. Había varias personas, incluso mayores, que decían que el pueblo se tiró para la calle y ese tipo de cosas y yo seguí caminando. Cuando llegué al Casino, que fue el punto de reunión de muchas personas y fue el punto de partida para caminar por muchísimas calles de Camagüey, pues yo fui detrás de la muchedumbre y llegamos a la calle Avellaneda, una de las arterias principales de la ciudad”, recordó.
“A esa altura yo estaba en una de las primeras filas y como a una cuadra de distancia había un cordón de policías. Sólo gritábamos ‘Patria y vida’ y otras consignas más, pero cero agresividades. Había un señor cerca de mí, de aproximadamente 60 años, al que uno de los policías le metió un puñetazo y el señor se desmayó en el piso, se lo llevaron y en ese momento es cuando el pueblo le empieza a decir cosas a los policías como acercándose a ellos, como que eso no se hace, estamos aquí pacíficamente. Entonces un agente me dio un piñazo y cuando yo le fui a reclamar, me respondieron con una patada”.
El instante en que la muchacha se defendía de tres policías que intentaban inmovilizarla quedó registrado en un video. Ocho días después, el 19 de julio, fue aprehendida en su vivienda y acusada de “desórdenes públicos” y “atentado”. La Fiscalía pedía para ella 5 años de privación de libertad.
El 25 de octubre le celebraron el juicio en que le rebajaron su sanción a 4 años de trabajo subsidiado con internamiento. Una audiencia de apelación mantuvo el mismo castigo.
“Me asignaron a un centro correccional que se conoce como Anoncillo, pero donde me recluirán primero y me registrarán es en otro que se llama Granja 5. No me explicaron qué tengo que llevar, solo que debía llegar allí, por mis propios medios, antes de las 12 del día. Lo que siento ahora, igual que durante las dos vistas orales, es una gran impotencia de que la magistrada fuera una mujer y que estuviera diciendo todas esas cosas horribles de mí”.
Barreto Batista fue juzgada junto a otro joven, Yusán Machado Téllez, sentenciado a 2 años de cárcel.