Los cubanos que llegan a México en ruta hacia Estados Unidos y un posible acuerdo de suministro de petróleo serían los principales temas que ocuparon el jueves la visita del gobernante cubano Miguel Díaz-Canel a ese país y su encuentro a puertas cerradas con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Otras cuestiones que habrían completado la agenda: el envío de médicos cubanos a México y licencias comerciales para la compra de electrodomésticos destinados a suplir las tiendas de nueva creación.
Al terminar el encuentro, los mandatarios no ofrecieron una conferencia de prensa. De acuerdo con López Obrador, hablarían de “un plan de desarrollo regional” que todavía está por definir.
“Vamos a hablar en general de un programa a desarrollar en el corto mediano-plazo”, declaró el presidente mexicano. “No hay nada preciso, pero sí la voluntad de que haya cooperación para el desarrollo”, reportó la agencia EFE.
Según Granma, que limitó a dos párrafos la cobertura del regreso de Díaz-Canel a La Habana y su recibimiento por Raúl Castro, “el mandatario cubano sostuvo conversaciones oficiales con el presidente Andrés Manuel López Obrador y cumplimentó otras actividades”.
Fue el subsecretario para América Latina y el Caribe de la cancillería mexicana, Maximiliano Reyes Zúñiga, quien en la mañana del jueves dio una pista de por dónde irían las conversaciones.
“Tenemos claro que de las demandas más importantes en Cuba es la provisión de energía a precios accesibles y con suficiencia; seguramente avanzaremos por ahí”, informó La Jornada.
Pero como al hablar de cooperación para el desarrollo López Obrador mencionó específicamente los campos de “salud, educación, deporte”, según EFE, no es difícil imaginar que la propuesta cubana haya sido una brigada médica al estilo de la que el gobierno de Jair Bolsonaro sacó de Brasil, observa el director del grupo Estado de Sats, Antonio G. Rodiles.
“No hay que ser muy agudo para darse cuenta de que estos son los renglones que el régimen cubano ha vendido como exportación de servicios”, comentó Rodiles en su cuenta de Facebook.
El coordinador de asesores de López Obrador, Lázaro Cárdenas Batel, nieto del ex presidente Lázaro Cárdenas, está casado con una cubana y cuando fue gobernador de Michoacán tuvo lazos muy estrechos con el régimen cubano, indica Rodiles.
“Nuevamente van a enviar a los cubanos a trabajar en condiciones de mano de obra semiesclava”, dice el director de Estado de Sats. “Conocí instructores deportivos que me comentaban que al llegar [a México] les quitaban el pasaporte, les entregaban solamente una copia del pasaporte; uno de los deportistas que estaban allá en varias ocasiones terminó preso en estaciones migratorias por no tener los documentos […], estaba viviendo el drama que vemos ahora”.
En una observación histórica, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México describió a Díaz-Canel en un mensaje de Twitter como “el primer presidente de ese país nacido después de la revolución cubana”.
Con el gobernante viajaron el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, los ministros Rodrigo Malmierca, de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, y Raúl García Barreiro, de Energía y Minas, y el embajador cubano en México, Pedro Núñez Mosquera.
También Eugenio Martínez Enríquez y Ernesto Soberón Guzmán, directores generales para América Latina y el Caribe del MINREX y para Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el exterior, respectivamente.
Aunque su nombre no aparece en la mayoría de reportes de prensa, ni siquiera en Cubadebate, también habría formado parte de la delegación cubana Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, presidente de GAESA y ex yerno de Raúl Castro presentado por el sitio oficial del gobierno mexicano como asesor de Díaz-Canel.
Díaz-Canel y su esposa, Lis Cuesta Peraza, llegaron al mediodía (hora de México) a las puertas del Palacio Nacional en el distrito federal. Fueron recibidos en el Patio de Honores por López Obrador y su esposa, Beatriz Gutiérrez, en una breve ceremonia en la que se escucharon los himnos nacionales de ambos países antes de comenzar el encuentro.
Es el sexto mandatario extranjero que recibe López Obrador, después del presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez; el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel; el presidente de El Salvador, Nayib Bukele; el de Honduras, Juan Orlando Hernández, y el de Guatemala, Jimmy Morales.
La última visita de Estado de un mandatario cubano a México la hizo Raúl Castro en 2015, cuando firmó en la ciudad de Mérida varios convenios de colaboración en materia económica y educativa con el entonces presidente Enrique Peña Nieto.
Ya Díaz-Canel había estado en México dos veces: en 2014 como vicepresidente para asistir a la Cumbre Iberoamericana, y el primero de diciembre del año pasado como presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, cuando acudió a la toma de posesión de López Obrador.
(Con información de diarios mexicanos y la agencia EFE, el periódico Granma y redes sociales)
