Las autoridades judiciales de La Habana advirtieron a dos activistas condenadas a “limitación de libertad” que, de no cumplir con las condiciones estipuladas por el reglamento penitenciario, serían internadas en prisión.
Leonor Reynó y Rosario Morales, ex Damas de Blanco, habían sido condenadas a tres años de “Trabajo Correccional sin Internamiento”en 2019 por los delitos de negación de auxilio, desobediencia, desacato y difamación a la figura del Comandante en Jefe. Fueron juzgadas, tras un altercado con agentes policiales que abusaban de un cuentapropista en un punto de ventas en Cojímar, Habana del Este, en diciembre de 2017.
La sentencia de “limitación de libertad” incluye la condición de que el sancionado tiene que estar trabajando.
Morales, vendedora en el lugar donde ocurrió el incidente, afirmó que la policía llegó y maltrató a los cuentapropistas, aun cuando ellos tenían sus papeles en regla y contaban con la debida licencia. Según narra, los agentes les quitaron los artículos que estaban vendiendo.
“Nosotras somos defensoras de derechos humanos y nos manifestamos en contra del abuso del jefe de sector, de la policía y de los inspectores estatales”, dijo la activista.
Ambas fueron arrestadas y trasladadas al centro de detención conocido como El Vivac, donde permanecieron por 12 días y luego fueron excarceladas hasta que se les celebró juicio, que en el caso de Morales ocurrió en marzo de 2019 y en el de Reynó en diciembre del mismo año.
Tras ser condenadas en diferente fecha y diferentes vistas, continuaron ejerciendo su trabajo por cuenta propia, sin tener una licencia para tal menester, hasta que fueron citadas a los tribunales de los municipios donde residen, Reynó en la Habana Vieja, y Morales en Habana del Este.
“Me citaron para el 16 de febrero en el Tribunal de la Habana Vieja”, narró la primera. “En el tribunal la jueza de ejecución me dio como opciones trabajar limpiando calles o en un círculo infantil o en una escuela. Yo me negué. No porque menosprecie esa labor, sino porque a mí me expulsaron en 2008 de una empresa estatal, donde trabajaba como especialista en Contabilidad y Finanzas, por pertenecer a las Damas de Blanco. Desde entonces no he podido ejercer mi profesión”.
Por su parte, Morales explicó que este 20 de febrero la citaron al Tribunal de Habana del Este y le dijeron que tenía que obtener el permiso de la ONAT (Oficina Nacional de Administración Tributaria), para que su trabajo de cuentapropista fuera aprobado por el tribunal de ejecución de su sentencia. De lo contrario, sería recluida en la cárcel.
En estos momentos ambas activistas corren el riesgo de ser encarceladas, según han sido advertidas por las autoridades judiciales cubanas.
Las dos mujeres fueron integrantes de las Damas de Blanco desde 2007 hasta 2015 en que renunciaron al grupo que lidera Berta Soler y se proclamaron veladoras del legado de la fallecida líder del movimiento, Laura Pollán.