Una madre cubana acusó a las autoridades del penal habanero Combinado del Este de negligencia y de faltar a sus obligaciones como representantes del Estado en la custodia a los reclusos.
Elizabeth León tiene tres de sus cuatro hijos encarcelados por participar en las protestas del 11 de julio en el barrio de La Güinera de la capital cubana: José Antonio Gómez León, condenado a 7 años de privación de libertad; Santiago Vázquez León, a 7 años, y Frandy González León, a 6.
Frandy es un enfermo crónico de asma que hace varios días está sufriendo severas crisis. Por ello Elizabeth pagó a un alto precio las medicinas que requiere y las entregó al Jefe de Orden Interior para que se las proporcionara a su hijo.
“Le llevé medicamentos y no se los han dado, desde el día 2, o se perdieron o se los cogió alguien. Y mi hijo está ahogado, le están dando aerosol cada tres horas, pero necesita la prednisona que yo le llevé; le llevé ibuprofeno y paracetamol y no se los han dado”, lamentó León a pocos minutos de recibir una llamada telefónica de Frandy.
“Una crisis de asma le puede conllevar un paro respiratorio”, indicó la madre y añadió:
“Eso es negligencia del Combinado del Este, que lo que quieren es ver muertos a todos los muchachos manifestantes. Yo no tengo más que pensar, quisiera que esta denuncia se oiga en el mundo, que las madres estamos reclamando la libertad para estos niños que son inocentes; que estamos denunciando las injusticias y los atropellos que están haciendo aquí en Cuba”.
“Yo Elizabeth, estoy acusando a las autoridades del Combinado del Este de faltar a sus obligaciones como representantes del Estado en la custodia de los reclusos, de esos inocentes que están allí”.
De acuerdo con las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el tratamiento de los reclusos, las personas privadas de libertad tienen derecho a los mismos estándares de atención médica que estén disponibles en la comunidad exterior.
“El sistema penitenciario cubano no garantiza el derecho a la salud de los presos que están en las cárceles porque no tienen acceso a servicios de salud esenciales ni a medicamentos, ni los jefes de la prisión entregan las medicinas que llevan los familiares a sus seres queridos”, objetó León.
Entre las más frecuentes violaciones que suelen sufrir tanto los reclusos comunes como los políticos en las cárceles cubanas está la negación de asistencia médica que en algunos casos ha llevado al enfermo a la muerte.
Cuba no permite la entrada a prisiones del país a organismos internacionales como la Relatoría de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre los Derechos de las Personas Privadas de Libertad.
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