Tras el anuncio realizado por Estados Unidos y Cuba de reabrir sus respectivas embajadas el 20 de julio hay muchas empresas, especialmente del sector turístico, que han aumentado sus expectativas de negocio en la isla.
En el caso concreto de Airbnb, la web especializada en casas de alquiler, está a punto de sacar provecho de su reciente entrada en el mercado cubano.
Como detalla Bloomberg, desde que esta página comenzara sus operaciones en abril, además de incrementar su oferta de casas disponibles ha tenido también que trabajar en un país donde el Gobierno regula casi todos los aspectos de la vida y no se aceptan tarjetas de crédito de Estados Unidos además de que pagar algo vía internet es sumamente difícil.
Sin embargo, esta compañía con sede en San Francisco declara que está viendo resultados en su apuesta por Cuba. Según la empresa, este país es ahora su mercado de mayor crecimiento, y en mayo el cofundador de Airbnb, Brian Chesky, dijo que el número de casas de huéspedes en Cuba se había duplicado llegando a más de 2.000 disponibles.
Junto a otras compañías que se dieron prisa en ofrecer sus servicios a Cuba con el levantamiento de algunas restricciones comerciales, siguen encontrando obstáculos importantes como la existencia de una doble moneda, que los salarios de los trabajadores cubanos tengan que ser pagados al Gobierno o la sofocante burocracia necesaria para realizar cualquier trámite.
Pero datos como los del Departamento de Estado de Estados Unidos, que el 25 de junio informó que Cuba sigue siendo un lugar donde los abusos contra los Derechos Humanos se cometen con impunidad por los funcionarios, no ahuyentan al turismo. De hecho, más de 51.000 estadounidenses visitaron la isla en los primeros cinco meses de este año frente a los 37.000 en el mismo período del año anterior.
Otros operadores en el país, como la cadena hotelera Meliá, con 27 hoteles, dicen que están viviendo la mayor demanda de habitaciones en Cuba de los últimos años.