Los apagones se han intensificado en los últimos días en el interior de Cuba, en medio del agobiante calor del verano, el desabastecimiento de alimentos, y el alto número de personas aisladas en sus barrios por COVID-19, lo que ha provocado un incremento del malestar entre la población, dijeron cubanos desde la isla a Radio Televisión Martí.
Este martes, residentes de la ciudad de Holguín acudieron a la sede del gobierno para quejarse ante el aumento de los apagones, informó Ramón Zamora.
“Ellos dijeron que hay averías y que se está trabajando, ayer [martes] quitaron la corriente a las 4 de la tarde y la volvieron a poner a las 9 de la noche, luego a la una de la madrugada la quitaron también hasta las 3 de la mañana”, comentó Zamora.
Adriano Castañeda califica de inhumana la situación con los apagones en la ciudad de Sancti Spíritus
“Agobiante la situación de los apagones por acá, duran sobre las seis horas, principalmente en horarios de la noche, aunque este martes hubo interrupciones del servicio en horas de la tarde, y son muchas las personas que están con COVID en sus casas, que están utilizando remedios caseros ante la falta de medicamentos, y ahora sin electricidad”, apuntó el comunicador.
Matanzas no escapa a la interrupción del servicio eléctrico, reportó desde Los Arabos el director del Instituto Cubano de Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP), Alberto Corzo.
“Desde el día 15 de agosto comenzaron las interrupciones diarias, y en diferentes horarios. Ayer [martes], a las 6 y 30 de la mañana, la quitaron, y cerca de la una de la tarde fue que pusieron nuevamente el servicio eléctrico”, dijo Corzo.
Desde Santiago de Cuba, el activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) Ovidio Martín Castellanos, alertó que regresaron los apagones en medio de muchos barrios aislados por casos de COVID-19, lo que se suma a las restricciones impuestas por las autoridades para salir a la calle.
“Están ocurriendo los cortes del fluido eléctrico desde las 12 de la noche hasta las seis de la mañana. Es verdaderamente insoportable en medio de una situación tan perversa como esta”, concluyó el opositor.
El activista Guillermo del Sol reside en Santa Clara, provincia de Villa Clara, donde los cortes eléctricos se han vuelto frecuentes.
“Los apagones son de seis horas, ya quitan la corriente por la madrugada también, y ya en las zonas de la ciudad donde están los hospitales improvisados para la COVID-19 hay interrupciones del servicio eléctrico”, advirtió.
En Pinar del Río las afectaciones en el servicio eléctrico ya estaban desde antes del paso de la tormenta Ida, señala el campesino Esteban Ajete Abascal.
“Ahora las personas sin corriente tienen que acudir a la leña y algunos con suerte al carbón vegetal, porque tampoco existe el gas licuado”, comentó.
Para la economista Martha Beatriz Roque Cabello, el gobierno está tratando de evitar los prolongados apagones en la capital cubana, donde residen dos millones de habitantes, por temor a las protestas.
“No solo es falta de combustible, todo el sistema eléctrico en el país está deteriorado y obsoleto, cada vez que hay una rotura cuesta mucho trabajo arreglarla”, aseguró Roque Cabello.