Las sombras se adueñan de nuevo este verano de Cuba, debido al deficiente servicio eléctrico que aumenta la irritabilidad de la población y pone los “pelos de punta” a las autoridades que todavía no se recuperan de las multitudinarias manifestaciones de descontento popular del 11 de julio.
“Evidentemente los cortes de electricidad se vuelven un asunto de seguridad nacional porque con el rechazo que se ha creado con las tiendas en divisa, donde la mayoría de los cubanos, el noventa por ciento, no pueden ir a comprar; con la inestabilidad de un corte eléctrico en las noches, con el calor, con la situación tan incómoda que existe, puede provocar nuevas rebeliones dentro de la ciudadanía”, explicó a Radio Martí el periodista habanero Julio Aleaga Pesant.
“La tensión no baja, también la enfermedad de la Covid sigue dañando mucho a la ciudadanía. Se ha determinado ahora que las personas vayan a un ingreso en sus casas, unas casas donde no hay condiciones y está faltando además energía eléctrica”, agregó Aleaga.
La prensa oficial reporta averías en las termoeléctricas de El Mariel, Nuevitas y Holguín pero, como es habitual, se trabaja de manera ininterrumpida para minimizar las afectaciones.
“La gente se pregunta que por qué hay tantas averías, según apunta el Granma (órgano oficial del Partido Comunista de Cuba) se debe a cuestiones que tienen que ver con el embargo, por falta de piezas de repuesto y demás; lo que no es entendibles es que siga siendo el embargo la justificación para que continúen habiendo fallas, no solamente en el sistema eléctrico, sino en todo, porque Cuba ha ingresado miles de millones en divisas y todavía, después de tantos años, seguimos padeciendo esos apagones”, indicó el comunicador Rolando Rodríguez Lobaina desde la ciudad de Guantánamo.
“En Cuba, como sucede con las calles, con las viviendas, nada se repara, el servicio de energía eléctrica fue uno de los puntos principales que desembocó en las protestas del 11 y el 12 de julio”, concluyó Rodríguez Lobaina.
Esta nueva oleada de apagones fue anunciada oficialmente el pasado miércoles por el gobernante cubano Miguel Díaz Canel, quien volvió a pedir comprensión y paciencia a los ciudadanos y dijo haber orientado a los dirigentes provinciales que “estudien cada posibilidad de cerrar las entidades estatales que no resulten imprescindibles”.