MARACAIBO, VENEZUELA — El horizonte de Venezuela en 2022 estará marcado por dos procesos políticos que están en vilo y una mejora económica que permitirá al gobierno de Nicolás Maduro recobrar oxígeno, según analistas.
La posibilidad de realizar un referendo revocatorio contra el mandatario socialista y de retomar las negociaciones políticas de alto nivel en México están sobre la mesa este año que recién inicia, mientras la economía parece dar signos de recuperación luego de ocho años de caída crítica, opinan.
La Voz de América destaca tres procesos clave que influirán en el devenir del país suramericano, en crisis desde hace años, durante los próximos 12 meses.
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1. Las negociaciones de México
Una de las grandes interrogantes para 2022 es si el gobierno de Nicolás Maduro y la plataforma unitaria que se le opone reanudarán las negociaciones en Ciudad de México para destrabar la crisis política del país suramericano.
El oficialismo se retiró en octubre de las conversaciones, facilitadas por el Reino de Noruega, alegando que Estados Unidos había “secuestrado” a uno de los miembros de su delegación, el empresario colombiano Alex Saab.
Identificado como enviado especial diplomático por Caracas, Saab fue extraditado desde Cabo Verde a una cárcel del estado de Florida bajo acusaciones por lavado de capitales por al menos 350 millones de dólares.
Maduro dijo en una entrevista reciente que “tendrían que haber grandes cambios” en el caso de Saab para regresar a las negociaciones. “Veremos qué sucede en enero, en febrero”, expresó el mandatario venezolano.
Guaidó, líder opositor reconocido como presidente encargado por 50 gobiernos del mundo, ha llamado frecuentemente al regreso a las conversaciones de México con el fin de lograr “un acuerdo de salvación nacional”.
El politólogo de la Universidad de Los Andes, Ricardo Ríos, dice no notar “mayor interés” del gobierno de Maduro de retornar a ese proceso en México.
Opina que las elecciones regionales de noviembre pasado no fueron lo suficientemente transparentes y justas como para convencer a Estados Unidos para que levantase sus sanciones económicas contra el ejecutivo madurista.
“El incentivo que tenían se cayó completamente, que era hacer unas elecciones medianamente competitivas que les permitiera plantearlo a la comunidad internacional para aliviar las sanciones. Es una carta quemada, no sirve de incentivo para el gobierno para volver a México”, comenta a la VOA.
2. El revocatorio a Maduro
Un sector de la oposición venezolana ve con buenos ojos la posibilidad de activar un referendo revocatorio en contra del presidente Nicolás Maduro. Sus promotores consideran que, cumplida la mitad del período de Maduro, puede solicitar tan temprano como en enero y realizarse a mediados de año.
Nicmer Evans, politólogo y directivo del Movimiento por la Democracia y la Inclusión, dijo a la Voz de América que el revocatorio a Maduro “puede unificar” a la diversa oposición y a la disidencia del oficialismo.
Exministros de Chávez y Maduro, como Rafael Ramírez, Ana Elisa Osorio y Héctor Navarro, se sumaron a la idea de revocar a Maduro en 2022.
Evans adelantó, sin embargo, que es necesario concretar “la presión necesaria” para generar mejores condiciones para poder activar esa herramienta política.
El politólogo Ricardo Ríos explica que el antiguo poder electoral venezolano impuso “bloqueos institucionales” para liquidar el revocatorio en 2016, que aún persisten a pesar de que se renovaron los directivos de ese consejo comicial.
“En 2022, vamos a ver lo mismo. El revocatorio, sin duda alguna, sería contundente una derrota para Maduro en caso de que se llegue a activar, pero creo que no lo van a lograr activar”, pronosticó el analista.
Entre las dificultades reglamentadas para su activación, se estableció que 20% de los electores de cada uno de los 23 estados del país y el Distrito Capital debe solicitar el revocatorio. Si una sola región no alcanza la meta, la petición falla.
3. La recuperación económica
Venezuela vivirá un año de recuperación económica tras haber experimentado una caída sin precedentes de entre 75 y 80 puntos porcentuales de su producto interno bruto desde 2013, según expertos como Luis Vicente León, presidente de la firma Datanálisis, y Asdrúbal Oliveros, socio director de Ecoanalítica.
En un video sobre pronósticos financieros grabado para un banco privado venezolano durante el fin del Año Viejo, León y Oliveros estimaron que el país aumentará en 2022 entre 4,5 y siete puntos porcentuales su PIB, en promedio.
León apuntó que la economía de Venezuela “paró de caer” en 2021 y estimó que en los próximos 12 meses será de “consolidación” para el empresariado.
Se dijo sorprendido porque, por primera vez en mucho tiempo, puede decir que “el año que viene (2022) puede ser mejor”, particularmente porque la empresa privada “puede operar más fácil” en un contexto de desaceleración inflacionaria.
Oliveros coincidió, por su parte. A su entender, 2021 marcó “un punto de inflexión” de la economía venezolana y notó que, por ejemplo, hubo un crecimiento de 3,1% del sector privado con respecto al año anterior; la “maduración” de la dolarización, con dos tercios de las transacciones realizadas en dólares; y más de la mitad de los depósitos bancarios concretada en divisas.
León, por su lado, consideró que sectores como la tecnología y la salud registrarán cifras muy positivas en la economía venezolana. Oliveros, asimismo, pronosticó que el ciclo de hiperinflación en Venezuela se detendrá entre enero y febrero del Año Nuevo tras 49 meses de continuidad.
El directivo de Ecoanalítica dijo notar que el gobierno de Maduro se comporta con mayor pragmatismo en lo económico, apostando por métodos alternativos de ingresos, como la venta de oro y chatarra, o la minería de criptomonedas.
Un punto clave que subrayó Oliveros es la existencia de “mayor disciplina fiscal” del Estado -el déficit se redujo de 20 a cuatro puntos del PIB nacional, dijo-.
El politólogo Ricardo Ríos, presidente de la firma consultora Poder y Estrategia, acota que la “flexibilización económica” que, espera, se profundizará en 2022 servirá al gobierno de Maduro para “lavar su cara” ante el mundo.
“Eso (el crecimiento) no acaba con la crisis social y no es una recuperación relevante respecto a la caída del PIB de 80% desde 2013, que no tiene precedentes. Sin embargo, esa recuperación económica muy moderada en el PIB va a permitir al madurismo un cierto oxígeno”, comenta a la Voz de América.