CARACAS — A casi una semana de la repetición de la elección de gobernador en el estado Barinas donde la oposición obtuvo el triunfo, dirigentes de la oposición reconocen que existen “retos por delante”, entre ellos cómo encontrar “una política de acuerdo”.
Freddy Superlano, el excandidato opositor que llevaba la delantera en el primer proceso electoral anulado por un fallo del Tribunal Supremo de Justicia, no descartó que los resultados del domingo puedan repetirse en el resto del país, pero admitió que aún es necesario luchar por condiciones electorales.
“Ir a elecciones no significa que haya condiciones. Tampoco significa que usted deje de participar porque no las hay, porque también se demostró que aún sin condiciones, con una mayoría organizada, movilizada, moralizada y motivada se puede ganar un evento electoral porque tenemos el apoyo de la mayoría”, dijo en conferencia de prensa el miércoles.
Superlano subrayó que se trata de elementos que “vienen a la discusión en este mes de enero, que tiene que servir como un mecanismo que inicie ya un proceso de reencuentro con los ciudadanos, con la clase política”.
Nuevos escenarios
Para la analista política y CEO de la ONG Reunificados, Indira Urbaneja, los resultados en Barinas que durante 22 años estuvo gobernada por el chavismo, significa el inicio de nuevos escenarios políticos en el país, siempre que la oposición entienda que los ciudadanos están dispuestos a movilizarse cuando se presentan candidaturas y estrategias unificadas.
“Creo que la oposición debe tomar el ejemplo de Barinas para concentrarse en las elecciones presidenciales del 2024 y no perder tiempo en un referendo revocatorio que lo que va a hacer es fragmentarlos, dividirlos y destruirlos más a lo interno”, dijo a VOA.
Por otro lado, también se presenta el escenario del “reacomodo del chavismo” y de “redefinición interna”, si quiere sobrevivir como fuerza social y política, tras 22 años de “gestión muy mala para el país”.
Considera que los principales perdedores son aquellos de la línea de oposición y oficialismo “radical”.
“Los que tienen siete años llamando al anti voto, aquellos que han destruido la maquinaria electoral, la confianza en el voto o que han dicho que la salida a la crisis venezolana es una intervención militar. Pierden aquellos que piensan que pueden seguir imponiendo el chavismo a la fuerza, por encima de la Constitución y de las instituciones”, sostiene.
A juicio del politólogo José De Bastos, tanto el 21 de noviembre como el 9 de enero, “mueven el péndulo de la lucha opositora nuevamente al campo electoral”.
“Eso no quiere decir que el éxito en Barinas sea exactamente replicable a nivel nacional, pero sí que el eje de la lucha vuelve a ser la participación, como lo fue en el período 2007-2016”, escribió en su cuenta en Twitter.
Expuso, además, que “aunque los “pro-elecciones” y los “pro-máxima presión” casi se odien, el problema sigue siendo el mismo: tiene que haber algún tipo de quiebre interno que lleve al chavismo a permitir que exista la posibilidad de que abandonen el poder”.
“Desde 2017, y en especial desde 2019, se ha buscado ese quiebre vía sanciones, manifestaciones en la calle y estructuras de gobierno paralelo. Ahora parece que se buscará mediante la presión del voto. Antes que nada, falta organización y legitimidad del liderazgo opositor”, continuó.