El sindicalista independiente Iván Hernández Carrillo, secretario general de la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC), ha estado sometido a un intenso acoso policial durante una semana, denunció el opositor a Radio Televisión Martí.
Las autoridades, además, le han prohibido salir de la ciudad de Colón, en la occidental provincia de Matanzas, donde reside.
El hecho fue también denunciado por Alternativa Democrática Sindical de Las Américas (ADS) y sus 25 organizaciones afiliadas, que representan a 20 millones de trabajadores en la región de Las Américas y el Caribe.
En un comunicado que hizo llegar a Hernández Carrillo, la ADS rechazó y condenó el acoso y las acciones intimidatorias contra el sindicalista cubano.
La casa del opositor ha estado vigilada desde el pasado 25 de enero y en las dos ocasiones que ha salido de ella, lo han detenido por breve tiempo para advertirle "que si sale de la ciudad de Colón lo arrestarán e irá preso", relató el sindicalista.
Sobre su arresto y lo que ha vivido en estos últimos días, el opositor declaró que fue detenido el pasado 25 de enero en la terminal ómnibus de La Habana, cuando regresaba a su casa en Colón.
Luego de confiscarle el teléfono e imponerle una multa de 150 pesos, lo trasladaron esposado hasta unidad de Policía de su localidad.
En esa dependencia policial le levantaron un acta de advertencia, lo trasladaron a su casa y le dejaron una posta permanente frente a la vivienda. Hernández Carrillo aseguró que nunca fue informado del motivo de la multa, la advertencia y las restricciones de movimiento.
Indicó que en la capital, los oficiales de la Seguridad del Estado le dijeron que "la multa era por ir La Habana".
Amplió que le advertieron: "Tú no vas a venir nunca a la capital, cada vez que vengas te vamos a meter preso, te vamos ´subir la parada´ (presionar), te va a pasar lo mismo que a José Daniel Ferrer (líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU)".
Relató que los oficiales que le levantaron el acta de advertencia en Colón se limitaron a decirle que era por reunirse con "elementos nocivos en La Habana".
Cuando le advirtieron de que no podía salir de su casa -explicó- inició una discusión con los agentes para no aceptar la prisión domiciliaria. Finalmente lo liberaron, pero desde ese día hay una posta permanente en su casa y en dos ocasiones que salió a la calle fue detenido por un corto plazo, en el que le reiteraron que si intentaba salir de la ciudad sería arrestado.
El opositor aseguró que en varias ocasiones indagó con los represores tanto en La Habana como en Colón sobre las arbitrariedades, multas y prohibiciones contra él y solo recibió como respuesta que eran "órdenes “de arriba”.
Hernández Carrillo agradeció la solidaridad que ha recibido de sus compatriotas en toda la isla.
