La Encargada de Negocios de Estados Unidos en La Habana, Mara Tekach, dijo este jueves que las medidas judiciales de esta semana contra el hombre que disparó contra la embajada de Cuba en Washington demuestran que su país trabaja sistemáticamente con un debido proceso y que tiene un sistema judicial y de aplicación de la ley bien establecidos y coherentes con los principios democráticos.
El hombre acusado de disparar docenas de balas a la embajada cubana en la capital estadounidense fue acusado el miércoles por un gran jurado federal. Alexander Alazo, de 42 años, de Middletown, Pensilvania, y Aubrey, Texas, fue arrestado en abril.
Se le acusa de "un ataque violento a un funcionario extranjero usando un arma mortal, hiriendo o dañando deliberadamente propiedades pertenecientes u ocupadas por un gobierno extranjero en los Estados Unidos y el transporte interestatal de un arma de fuego y municiones con la intención de cometer un delito grave."
Alazo enfrenta 10 años en una prisión federal y una multa de hasta $250,000. Según la denuncia, disparó aproximadamente 32 balas con un arma de asalto a la embajada.
"Elogiamos los esfuerzos de las fuerzas del orden público locales y federales que intervinieron rápidamente para proteger vidas y reducir los daños a la propiedad de un gobierno extranjero presente en los Estados Unidos", dijo el fiscal federal Michael Sherwin en un comunicado.
"Esta investigación y enjuiciamiento es un testimonio del compromiso de la policía estadounidense de frustrar los esfuerzos de cualquier persona que apunte con violencia a cualquier embajada extranjera en los Estados Unidos".
El video de vigilancia de la embajada sobre el incidente publicado por el gobierno cubano mostró al presunto agresor llegando en automóvil alrededor de las 2 am del 30 de abril y abriendo fuego a través de una cerca con un arma automática.
El video muestra columnas de humo blanco en el aire oscuro de la noche cuando una descarga de balas golpeó el frente de la embajada, rompiendo una ventana y perforando una estatua de José Martí. Nadie resultó herido, aunque 10 diplomáticos y personal cubanos estaban adentro y las balas entraron al edificio.
