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¿Apretón de manos entre Obama y Castro aumenta presencia de EEUU en América Latina?


El presidente de EEUU Barack Obama y el gobernante cubano Raúl Castro.
El presidente de EEUU Barack Obama y el gobernante cubano Raúl Castro.

Un estudio de la prestigiosa agrupación CRIES asegura que Obama está usando a Cuba para contrarrestar la creciente presencia de Rusia, China e Irán en América Latina.

La revista Forbes publica este jueves un estudio de la prestigiosa agrupación de analistas CRIES (Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales), en el que se analiza cómo la Administración Obama está usando a Cuba para contrarrestar a Rusia, China e Irán en América Latina.

El artículo asegura que el tan esperado encuentro entre Barack Obama y Raúl Castro en la VII Cumbre de las Américas en Panamá, que se encontraba en el primer punto de la agenda de Estados Unidos, en realidad "fue parte de un programa más amplio y ambicioso: Establecer la presencia de Estados Unidos en la región para frenar la creciente influencia de China".

La publicación recuerda cómo después del 11 de septiembre de 2001, la política exterior estadounidense restó prioridad a los países del hemisferio, con la excepción de Canadá y México y otras regiones vecinas como América Central y el Caribe.

"Desde entonces, los países de América del Sur vieron el rápido ascenso de gobiernos de izquierda antiestadounidenses, cuya retórica de integración excluyó a Estados Unidos de la formulación de sus políticas regionales".

Fue así que "casi una década después", continúa el estudio, "vemos cómo la retirada estadounidense de la región permitió la creciente presencia de otros actores internacionales como Rusia, China, e incluso Irán".

"Rusia se posicionó estrechamente con los países de gobiernos de izquierda con un discurso antiimperialista más radicalizado, llegando a convertirse en un inversionista en el sector de la energía y proveedor de equipos militares, en tanto que China fue más allá, centrándose en las relaciones comerciales con la región".

Esta presencia creciente en lo que Estados Unidos ha considerado históricamente su "patio trasero", fue lo que llevó a buscar una nueva estrategia para "restablecer el diálogo con los países de América del Sur, y Cuba, como líder ideológico y símbolo de la resistencia antiestadounidense en Latinoamérica y el Caribe, se convirtió en la clave para acceder a los países de la región".

"Durante años, los países de América del Sur habían adoptado una postura fuerte y exigieron la reincorporación de Cuba al sistema interamericano, por lo tanto toda iniciativa para fomentar lazos con el régimen de Castro sería favorable también para la creación de condiciones de diálogo con el resto de los países de la región, incluso antagónicos como Venezuela, Bolivia y Ecuador".

Los analistas de Cries destacan que los bolivarianos de línea dura como Morales, Maduro, Kirchner y Correa, con sus discursos anticuados y vacíos, sólo figuraron en esta Cumbre de las Américas en el fondo de las fotos de grupo, mientras que los discursos conciliadores de Obama y Castro abrieron la puerta a una nueva fase en las relaciones hemisféricas.

De esta forma, "Estados Unidos ha tomado medidas para hacer frente a la mayor protagonista de la Cumbre, aunque no estuvo presente: China".

La región se encuentra ahora en una posición importante al definirse la estrategia continental de Estados Unidos, dirigida a fortalecer las alianzas que apoyarán la Asociación Transátlantica (TPP) como contrapeso al Área de Libre Comercio-Asia Pacífico (FTAAP) lanzado por China en la Cumbre de APEC en Beijing en noviembre pasado.

"Estamos en presencia de las etapas iniciales de una competencia creciente entre Estados Unidos, China y otras potencias que han ganado terreno en esta parte del mundo", concluye el análisis de Cries.

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