La artista de la plástica Tania Bruguera anunció a Radio Martí que planea demandar al régimen de La Habana por levantar una campaña de difamación contra ella y varios activistas de la sociedad civil independiente.
Bruguera ha sido acusada en repetidas ocasiones de manipuladora y estar en componenda con intereses extranjeros para promover un levantamiento contra del régimen cubano.
En el episodio más reciente de esta campaña, los servicios informativos cubanos han circulado un material audiovisual con algo más de ocho minutos donde Fernando Rojas, viceministro de Cultura; Nilson Acosta, secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Monumentos; Daniel Ramos, director de Seguridad de Redes de ETECSA; Rosa Miriam Elizalde, editora del sitio oficial Cubadebate; y el caricaturista Arístides Hernández (ARES), acusan a Bruguera de promover una campaña contra el régimen castrista y niegan que su arte político esté relacionado con la libertad de expresión.
Para el 30 de diciembre de 2014 Bruguera convocó al performance "El susurro de Tatlin #6", que consistía en ofrecer un micrófono de manera pública en la Plaza de la Revolución para que los cubanos expresaran sus anhelos durante un minuto.
El performance fue convocado desde la plataforma #YoTambiénExijo. La acción plástica no llegó a realizarse puesto que decenas de participantes fueron detenidos cuando intentaron asistir y la artista fue llevada a prisión en tres ocasiones.
Nilson Acosta, de la Comisión Nacional de Monumentos, dice en el video que Bruguera debía presentar una solicitud para su accionar pues la locación que eligió para su performance es un monumento nacional. Por otra parte, Rojas, el viceministro de Cultura, relata que la artista fue recibida en el aeropuerto (a su regreso a Cuba) y en dos entrevistas con funcionarios cubanos recibió propuestas de sedes para el performance –aunque no aclara Rojas por qué se saltaban en estos casos el protocolo de la mencionada solicitud.
El material está narrado en off por el locutor del Noticiero Nacional de Televisión Rodobaldo González y en sus inicios dice sobre la conocida artista: "Funda y dirige en La Habana entre 2002 y 2009 la cátedra Arte de Conducta, que según sus presupuestos buscó crear un espacio de formación alterna al sistema de estudios de arte. Algunos cubanos conocen de sus fronteras dudosas entre el arte y la política".
En declaraciones a Martí Noticias, Bruguera dijo que no es su culpa. "Que la prensa (internacional) se haya hecho eco de lo que sucedió el 30 de diciembre no es culpa mía, es culpa de ellos. Que no tuvieron la inteligencia para dejar hacer la obra", aseveró.
La artista, que ha sido reconocida internacionalmente por sus atrevidas acciones plásticas, cree que de haberse permitido su performance, hubiera tenido una aceptable participación ciudadana.
"Pienso que mucha gente se vieron reflejados en lo que yo estaba planteando, porque yo no estaba haciendo una diatriba contra personas específicas, sino estaba haciendo cuestionamientos, estaba haciendo preguntas que solamente puede responder el Gobierno cubano, como cuál es el plan con la nación, cuál es el plan con los cubanos, o sea a dónde van todos estos cambios", explicó a Martí Noticias.
En la actualidad, Tania Bruguera está bajo un proceso judicial que le impide salir del país, está acusada de incitación al desorden público, resistencia al arresto e incitación para delinquir pero, como no tiene aún expediente, su abogado no ha podido emprender una acción legal.
Bruguera dijo a Martí Noticias que cuando finalice todo, piensa entablar demanda contra el Gobierno cubano por difamación.
"Todo el mundo me dice que no va a pasar nada, que es por gusto, pero bueno, no es por gusto. Es que ellos tienen que entender que ellos tienen la obligación de responder por sus actos", finalizó.
Bruguera recibió en 2002 la Distinción por la Cultura Nacional, sin que en aquella ocasión pesaran las consideraciones de los funcionarios sobre "sus fronteras dudosas entre el arte y la política".
Después de las detenciones a activistas y la censura oficial, Bruguera devolvió el premio y renunció a su membresía en la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
