El terrorismo golpeó hoy de nuevo a Estambul, la principal ciudad turca, justo al comienzo del sagrado mes musulmán de Ramadán cuando un coche bomba estalló al paso de un autobús de la policía, dejando a once personas muertas y 36 heridas.
El atentado, atribuido por el Gobierno y la presidencia de Turquía a la guerrilla kurda del PKK, sucedió en el histórico barrio de Beyazit Vezneciler, cerca de una universidad y de varios importante lugares turísticos, como el famoso Gran Bazar.
La bomba estalló en un coche alquilado unos días antes del atentado y la policía detuvo hoy a cuatro personas supuestamente relacionadas con el vehículo, informó la emisora CNNTürk.
"No es una novedad que la organización terrorista (como se suele referirse al Partido de los Trabajadores de Kurdistán PKK) extienda sus ataques a las ciudades", dijo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, tras visitar a unos heridos en una clínica en Estambul.
Siete de los fallecidos son agentes de la policía y cuatro son civiles, mientras que al menos dos heridos están en estado crítico.
"Hay que decir una cosa clara: los terroristas no hacen diferencias entre civiles y policías, o soldados y civiles", dijo el presidente turco."Vamos a luchar contra el terrorismo hasta el final. Siento mucho las muertes, pero esta lucha tiene un coste. Continuaremos hasta el final", aseveró Erdogan ante la prensa.
El primer ministro, Binali Yildirim, por su parte, destacó el hecho que el ataque sucediera justo al comienzo de Ramadán.
"Organizaciones terroristas que atacan inocentes civiles en los primeros días de Ramadán demuestran una vez más que están en contra de la humanidad y contra todos los valores humanitarios", señaló el primer ministro en un comunicado."No importa lo que pase, el estado de Turquía nunca hará
concesiones en la lucha contra el terrorismo", concluyó Yildirim.
El ataque sucedió a las 08.40 hora local (05.40 GMT) cuando el vehículo con los agentes circulaba cerca de una parada pública de autobuses y la bomba fue activada por control remoto.
Los daños causado son considerables, incluyendo en la histórica mezquita de Shehzade Pasha, así como varios vehículos calcinados y el autobús policial parcialmente destruido.
Turquía se encuentra en estado de alerta por amenaza terrorista y Estambul ha sido escenario este año de dos atentados suicidas atribuidos al grupo yihadista Dáesh (Estado Islámico) en lugares turísticos y que causaron una quincena de muertos.
El grupo armado se presenta como una escisión radical del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía, y se ha atribuido diversos ataques y atentados contra civiles desde 2004, si bien se sabe muy poco de sus estructuras o fines.
El Gobierno turco y numerosos analistas consideran el TAK simplemente una "marca subsidiaria" del PKK, utilizada para reivindicar atentados que podrían dar mala imagen a esta guerrilla, por ejemplo, si provocan la muerte de civiles.
Los Gobiernos del Reino Unido, Alemania y Estados Unidos emitieron hoy sendas advertencias para sus ciudadanos desplazados en Turquía y les pidieron alejarse de la zona atacada hoy y mantenerse especialmente vigilantes.