Una prueba más de la migración masiva de cubanos hacia Estados Unidos se manifiesta como largas filas de isleños en los recintos escolares del Miami-Dade College (MDC) que quieren matricularse en los cursos de Inglés.
Las colas comienzan desde la madrugada y en ocasiones llegan a darle la vuelta al edificio. El premio es alcanzar una matrícula en las clases de Inglés a través del programa REVEST del Miami Dade College o el Programa de Servicios de Educación Profesional a Refugiados.
Las clases vocacionales de Inglés se han convertido en una parada importante para los recién llegados de Cuba, una vez que han solicitado sus documentos de identidad, número de seguro social, beneficios monetarios, tarjeta para comprar comida (food stamps), seguro médico y licencia de conducir.
Diego Castro, que supervisa el establecimiento del MDC de Hialeah dijo a la emisora de Miami WLRN que "se está poniendo más lleno de gente cada año y que el financiamiento que reciben nunca es suficiente para satisfacer la demanda ".
La línea de cubanos aspirantes a matricular las clases de inglés incluye a doctores, dentistas y abogados que quieren dominar el idioma para poder ejercer su profesión en EEUU.
El número de inmigrantes cubanos se ha disparado tras el restablecimiento de relaciones entre EE.UU y Cuba por la desesperanza de un verdadero cambio en la isla y por el temor añadido de que con el acercamiento entre ambas naciones se pierdan los beneficios migratorios que concede EEUU a quienes se acojan a la Ley de Ajuste Cubano.
Los últimos datos de Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU muestran más de 35.000 arribados desde Cuba en los seis meses entre octubre de 2015 y abril de 2016, ya casi tantos como los 43.159 que llegaron a EEUU en el año fiscal 2015, lo que da un total de cerca de 80 mil cubanos en poco más de un año.
