El grupo de cubanos cuya embarcación llevaba dos semanas en Gran Caimán fue obligado el viernes a zarpar por orden de las autoridades locales y continuar viaje hacia los Estados Unidos como era su objetivo.
El bote en el que viajaban 30 personas atracó el pasado 14 de junio a pocos metros de la playa esperando una solución para su travesía, siguiendo un camino que les llevó primero a la conocida como Colliers Beach hasta la costa sur del país en el lujoso barrio de South Sound desde donde reanudaron viaje.
El miércoles pasado los cubanos recibieron un ultimatum para salir de la isla o entregarse a las autoridades migratorias y ser repatriados.
Cinco de ellos eligieron ser detenidos, de acuerdo a un reporte del Director de Prisiones de Gran Caimán, Neil Lavis.
Algunos residentes llevaron víveres y agua a los cubanos.