Empresas financieras multinacionales se reunieron el viernes en Nueva York con funcionarios cubanos y estadounidenses, a fin de discutir la facilitación de las transacciones financieras entre los dos países autorizada por la administración Obama, pero en el encuentro no se reportaron señales concretas de progreso.
En un almuerzo organizado por la Cámara de Comercio de EE.UU., la primera vicepresidente del Banco Central de Cuba, Irma Martínez Castrillón, lamentó que continúe el temor de las instituciones financieras globales a enfrentar sanciones de EE.UU. por permitir movimientos de dinero a través de Cuba. Castrillón apuntó que el sector financiero se ha rezagado con respecto a otras industrias en abrazar el deshielo de las relaciones entre los dos antiguos enemigos.
"En términos de política y diplomacia, ha habido un gran progreso, pero en el sector financiero hay mucho miedo", dijo la funcionaria cubana.
El almuerzo, que fue abierto para a la prensa, fue seguido de un "taller" privado donde ejecutivos estadounidenses hicieron preguntas a los funcionarios estadounidenses y cubanos. Representantes de General Electric Co., Credit Suisse Group AG, Western Union Co. y Visa Inc. Entre otras grandes empresas estaban entre las cerca de 100 personas presentes en el evento.
Enmiendas liberalizadoras
A principios de este año, poco antes de su histórica visita a la isla, el Presidente Barack Obama utilizó su autoridad ejecutiva para introducir enmiendas a las regulaciones sobre servicios financieros relacionadas con Cuba
En enero, Obama autorizó a las instituciones de depósito de Estados Unidos a proporcionar financiamiento, incluso mediante la emisión de cartas de crédito, para exportaciones y reexportaciones autorizadas caso por caso y si se considera que benefician al pueblo cubanos.
Luego, en marzo, permitió que los bancos estadounidenses procesaran las transacciones de las autoridades cubanas incluso si pasaran brevemente por el sistema bancario de Estados Unidos (U-Turn); que procesaran instrumentos monetarios en dólares estadounidenses, incluyendo efectivo y cheques de viajero, presentados indirectamente por instituciones financieras cubanas; y que abrieran cuentas bancarias a nacionales cubanos para recibir pagos en Estados Unidos por ciertas transacciones autorizadas, y a remitir dichos pagos a Cuba.
Reacción reticente
Sin embargo, los bancos han reaccionado lentamente a las medidas de Obama, conscientes de las fuertes sanciones que Washington ha aplicado anteriormente por violaciones del embargo.
Por ejemplo, tan recientemente como en octubre de 2015, los reguladores de Estados Unidos impusieron al banco francés Credit Agricole una multa de 787 millones de dólares por violar las sanciones contra varios países, entre ellos Cuba.
"Francamente, todavía vemos reticencia por parte de los bancos internacionales de Estados Unidos" en el procesamiento de transacciones financieras, dijo Mark Feierstein, Director para Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, quien habló en el almuerzo.
Sólo un banco, Stonegate, de la Florida, ha emitido hasta ahora tarjetas de crédito estadounidenses que se pueden utilizar en Cuba, así que la mayoría de los viajeros norteamericanos llevan fajos de dólares cuando visitan la isla.
Las empresas que asistieron a Nueva York se quejaron de que tampoco pueden obtener créditos para hacer negocios con Cuba.