El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se reunió el viernes con el primer ministro del Líbano para hablar sobre los ataques de Israel contra el país, mientras Washington presiona al gobierno de Beirut para que tome las riendas contra Hezbolá.
Blinken, de regreso de una gira por Oriente Medio, se reunió en Londres con el primer ministro Najib Mikati, que llegó de una conferencia sobre el Líbano en París el día anterior.
Los dos sonrieron ante las cámaras, pero no hicieron comentarios.
Estados Unidos, el principal aliado político y militar de Israel, no ha pedido un alto el fuego inmediato en su mes de bombardeos del Líbano contra la milicia Hezbolá, respaldada por Irán.
Pero Blinken también ha pedido una solución diplomática rápida.
"Hemos sido muy claros en que esto no puede conducir -no debe conducir- a una campaña prolongada y que Israel debe tomar las medidas necesarias para evitar víctimas civiles y no poner en peligro a las fuerzas de paz de la ONU ni a las Fuerzas Armadas libanesas", dijo Blinken el jueves en Doha.
Estados Unidos ha pedido al gobierno central del Líbano, que ha estado en crisis durante mucho tiempo, que se haga cargo de la seguridad y que se desarme a Hezbolá, el movimiento chiíta respaldado por Irán que, en la práctica, tiene su propio ejército.
Hezbolá ha disparado misiles contra Israel en solidaridad con Hamás desde el ataque de los militantes palestinos del 7 de octubre de 2023, que desencadenó el asalto militar masivo de Israel en Gaza.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, en una llamada a su homólogo israelí, Yoav Gallant, expresó el miércoles su preocupación por los ataques israelíes contra el ejército libanés que han matado al menos a 11 soldados libaneses, según un recuento de la AFP de los anuncios del ejército.
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