La corte suprema de Brasil condenó hoy a nueve años y cuatro meses de cárcel al expresidente de la Cámara baja y actual diputado Joao Paulo Cunha por su implicación en las corruptelas denunciadas en 2005, durante el primer Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Cunha respondía por corrupción pasiva, lavado de dinero y malversación y fue el último de los 25 reos declarados culpables en escuchar sentencia en el llamado "juicio del siglo", que desveló una red de corrupción tejida por el Partido de los Trabajadores (PT)
después de que Lula ganó las elecciones de 2002.
Cunha, de 54 años, era hasta agosto pasado candidato del PT a la alcaldía de la ciudad paulista de Osasco para las elecciones municipales que se celebraron en octubre, pero renunci a sus aspiraciones después de que el Supremo lo declaró culpable.
Según la acusación formulada por la fiscalía, Cunha recibió 50.000 reales (unos 25.000 dólares de hoy) en su condición de presidente de la Cámara baja, a cambio de otorgar
contratos de publicidad de ese órgano a empresas de Marcos Valerio Fernandes, condenado en este proceso a 40 años de cárcel.
Uno de los asuntos que la corte aún deberá decidir es si Cunha y los diputados Valdemar Costa Neto y Pedro Henry, también condenados por este caso y que ocupan un escaño en la Cámara baja, perdern sus mandatos inmediatamente después del proceso.
Por una laguna legal, esa decisión quedará a interpretación del Supremo, que establecerá si la pérdida del mandato es determinada por la propia condena o si debe ser discutida y refrendada por el pleno de la Cámara de Diputados.
Cunha respondía por corrupción pasiva, lavado de dinero y malversación y fue el último de los 25 reos declarados culpables en escuchar sentencia en el llamado "juicio del siglo", que desveló una red de corrupción tejida por el Partido de los Trabajadores (PT)
después de que Lula ganó las elecciones de 2002.
Cunha, de 54 años, era hasta agosto pasado candidato del PT a la alcaldía de la ciudad paulista de Osasco para las elecciones municipales que se celebraron en octubre, pero renunci a sus aspiraciones después de que el Supremo lo declaró culpable.
Según la acusación formulada por la fiscalía, Cunha recibió 50.000 reales (unos 25.000 dólares de hoy) en su condición de presidente de la Cámara baja, a cambio de otorgar
contratos de publicidad de ese órgano a empresas de Marcos Valerio Fernandes, condenado en este proceso a 40 años de cárcel.
Uno de los asuntos que la corte aún deberá decidir es si Cunha y los diputados Valdemar Costa Neto y Pedro Henry, también condenados por este caso y que ocupan un escaño en la Cámara baja, perdern sus mandatos inmediatamente después del proceso.
Por una laguna legal, esa decisión quedará a interpretación del Supremo, que establecerá si la pérdida del mandato es determinada por la propia condena o si debe ser discutida y refrendada por el pleno de la Cámara de Diputados.