La espectacular fuga de nueve militares de la prisión militar de Ramo Verde demuestra la enorme fractura existente en las fuerzas armadas de Venezuela, dividida entre los que apoyan y los que no están de acuerdo con el gobierno de Nicolás Maduro.
Los militares detenidos, acusados de conspiración, escaparon cuando eran trasladados desde un tribunal militar en Fuerte Tiuna al penal de Ramo Verde en Caracas y contra ellos el gobierno chavista ha ordenado una verdadera cacería humana y el castigo contra los que tomaron parte en la temeraria fuga.
Han capturado a cuatro de los fugados.
Varios de los militares evadidos afirmaron que la operación con la que consiguieron huir había sido planeada con antelación por el grupo.
No se han dado a conocer muchos de los detalles por temor al castigo que puedan sufrir los participantes, familiares y otros uniformados todavía presos.
Incluso se teme que el ex general Angel Vivas -muy delicado de salud- pueda sufrir nuevas torturas, ya que varios de los fugados pertenecen a su misma promoción 2012.
Uno de los fugitivos es el Teniente Briceño Camacho, quien concedió -desde la clandestinidad- una entrevista al canal de televisión EVTV de Miami, donde denunció haber sufrido torturas junto a sus compañeros presos y ha dicho no reconocer al presidente Nicolás Maduro como jefe de las Fuerzas Armadas.
La mayoría del pueblo venezolano, salvo los chavistas, recibieron con alborozo la noticia de la dramática fuga y hay muchos que están cooperando con los fugitivos, cansados de los desaciertos del gobierno de Nicolás Maduro.
-Si alguno (de los fugados) llega a mi puerta lo recibiré como su fuera mi propio hijo, aseguró Marta desde Caracas.
La enorme operación para recapturar a los cinco militares se extiende incluso hasta la frontera con Colombia, ya que se cree que puedan escapar hacia el país vecino, como sucedió con el ex alcalde Antonio Ledezma y anteriormente con la ex fiscal Luisa Ortega.
