Una nueva dirigente comunista ha sido destinada al máximo puesto político y de gobierno en la provincia Granma, según anuncian este miércoles las autoridades locales.
Una breve nota del diario provincial La Demajagua, indica que se trató de una solicitud del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC) pero no especifica las razones para "liberar de su responsabilidad como Primera Secretaria a Yanaisi Capó Nápoles".
La funcionaria será sustituida por Yudelkis Ortiz Barceló, quien fungía como dirigente comunista de Santiago de Cuba, formada como maestra de Educación Laboral y Dibujo Técnico y "Máster en Ciencias de la Educación y Especialista en Dirección Política".
La movida ocurrida en Granma este miércoles estuvo supervisada por uno de los más altos cargos dentro del único partido que ha gobernado la isla en las últimas décadas: Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central del PCC.
Aunque la nota oficial menciona elogios a "la consagración en el cumplimiento de su responsabilidad" y el deseo de "éxitos en las nuevas tareas que le serán asignadas", medios de prensa independientes y numerosos usuarios de redes sociales aseguran que se trata de una destitución, en medio del malestar generalizado en esa provincia por el polémico juicio celebrado en días recientes contra seis doctores acusados de negligencia médica.
El proceso judicial por “presunta responsabilidad penal relacionada con la atención médica a un paciente” de 23 años, en el Hospital Provincial Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo, en 2021, ha "generado preocupación en parte del personal de la salud y en nuestro pueblo", según reconoce una nota publicada esta semana por la Dirección General de Salud Pública de Granma.
Recientemente, una de las imputadas, la doctora Yoandra Quesada Labrada, alertó sobre la falta de insumos médicos en el hospital y denunció la falta de especialistas: “No hay servicio de cirugía, todo el mundo se quiere ir, no hay medicina interna, no hay otorrinos, no hay nadie. Todos tus compañeros se van y estás trabajando solo y sin materiales, expuesto a que te mate un día un familiar desesperado. Nadie ve eso y son capaces de imputarte impericia, acción negligente. ¿Qué saben ellos? ¿Cómo se llenan el corazón para hacernos esto?"
Desde los Estados Unidos, la doctora Yusimí Mojena, una de las especialistas que atendió al joven cuando llegó al centro médico defendió su accionar y el de sus colegas: “No somos asesinos. Solo tuvimos la desgracia de querer practicar una profesión honorable en un estado deplorable (...) Se le realizó la evaluación correspondiente con lo que había, pues no teníamos bandeja de punción a abdominal, ni sonda vesical, ni levine, ni otras muchas cosas…".
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