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Barco con armas: Panamá desmiente versión cubana


"Las declaraciones de los cubanos de que eran armas obsoletas no se ajustaban a la verdad", manifestó el canciller panameño Fernando Núñez Fábrega.

Las autoridades cubanas no se ajustaron a la verdad en sus declaraciones sobre el cargamento de armas que cargaba el buque norcoreano Chong Chon Gang, declaró el ministro de exteriores de Panamá, Fernando Núñez Fábrega, en entrevista con la Associated Press.

"Las declaraciones de los cubanos de que eran armas obsoletas no se ajustaban a la verdad", manifestó el canciller.

El reporte de Cuba establecía: "en la citada nave se transportaban 240 toneladas métricas de armamento defensivo obsoleto -dos complejos coheteriles antiaéreos Volga y Pechora, nueve cohetes en partes y piezas, dos aviones Mig-21 Bis y 15 motores de este tipo de avión, todo ello fabricado a mediados del siglo pasado-, para ser reparado y devuelto a nuestro país"

Sin embargo, Fábrega dijo en la entrevista con la AP que en un tanque de uno de los dos aviones se encontró queroseno y que los 15 motores, "que valen buen dinero", estaban recién reparados.

La AP consultó el viernes pasado a las autoridades cubanas sobre esta versión, pero no ha logrado respuestas.

Mientras, la suerte de los 35 tripulantes norcorenos, acusados de posesión ilegal de armas, con el consiguiente supuesto de que esto pondría en peligro la seguridad colectiva del Estado panameño, se definirá en los primeros días de noviembre, en tanto se espera la llegada de dos diplomáticos del país asiático que vendrán a resolver la situación jurídica de los marinos y de la embarcación.

El fiscal en asuntos de drogas del Ministerio Público, Javier Caraballo, informó el viernes por teléfono a The Associated Press que para esa fecha, que no precisó, se espera tomar una decisión sobre "si se mantiene o no la detención preventiva de los tripulantes", o el caso es remitido directamente a un juez para que lo resuelva.

"Estamos evaluando, no hay nada en firme", dijo el fiscal, quien se encargó del caso debido a que originalmente la orden de abordar el mercante en aguas del Caribe en julio fue ante sospechas de que llevaba drogas. No aparecieron rastros de estupefacientes en la nave, pero sí las armas dentro de contenedores debajo de toneladas de azúcar.

El canciller panameño explicó que se había ordenado un nuevo visado de entrada a dos diplomáticos norcoreanos para que viniesen a resolver lo del buque, atracado en un puerto del Caribe panameño, y ayudar en la posible repatriación de la mayoría de los marinos, lo cual deja entrever que ya había una decisión jurídica en torno a la tripulación.

Caraballo explicó que se manejan varias opciones, entre ellas que se decida levantar la detención a la mayoría de los marinos, si se llega a la conclusión de que no hay argumentos para implicarlos en esa acusación.

Eso podría explicar lo dicho por el canciller Núñez Fábrega, de que podrían quedar en libertad 33 tripulantes, en tanto el capitán y su segundo permanecerían en Panamá bajo investigación.

En cuanto al buque, Núñez Fábrega señaló que no hay impedimento judicial para que se lo lleven a Corea del Norte, aunque sin la carga.

Los dos diplomáticos, que vendrían en los próximos días, traen un poder del dueño del buque que los autoriza a regresar la embarcación a su destino final y de paso llevarse a los tripulantes, según el canciller.

En relación con la carga, Núñez Fábrega explicó que las autoridades retendrán custodia de las armas y el azúcar.

Panamá está a la espera de que el Comité de Sanciones de las Naciones Unidas se pronuncie sobre una investigación que realizaron en agosto expertos en armas que monitorean las sanciones a Corea del Norte.
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