La Policía detuvo al autor confeso del atentado contra el ultraderechista Jair Bolsonaro, líder en los sondeos para las elecciones presidenciales de octubre y acuchillado el jueves durante un mitin, pero investiga a otros dos sospechosos de haber participado en el ataque, informaron hoy fuentes oficiales.
"Por las informaciones que tenemos, la investigación está concentrada en el autor confeso del atentado, que ya dio su primer testimonio, pero hay otras dos personas que estarían involucradas pero contra las que no hay pruebas, por lo que siguen en la investigación como sospechosos", afirmó el ministro de Seguridad Pública, Raúl Jungmann, en declaraciones a la prensa.
De acuerdo con el titular de Seguridad Pública, a cuya cartera está vinculada la Policía Federal, uno de los sospechosos fue detenido el jueves e interrogado y sigue bajo investigación pese a ser liberado.
"El otro es un hombre que quedó herido durante el incidente y está hospitalizado", agregó Jungmann, al indicar que el segundo sospechoso al parecer fue víctima de un intento de linchamiento tras el atentado.
Ni el ministro ni la Policía Federal, responsable por la investigación, han aclarado el posible papel que pudieron tener los otros dos sospechosos en el atentado debido a que, según las primeras investigaciones, el autor del ataque, que tendría problemas psicológicos, actuó solo y motivado por sus críticas al sistema político de Brasil.
El diputado y militar de la reserva fue acuchillado cuando era cargado en hombros en medio de una multitud en una céntrica calle de Juiz de Fora, la segunda mayor ciudad del estado de Minas Gerais (sureste), lo que provocó gran conmoción en el país y llevó a los demás candidatos a cancelar sus agendas de campaña provisionalmente.
Bolsonaro, al que una única cuchillada en el abdomen le provocó una grave hemorragia en una vena, tres heridas en el intestino delgado y una lesión en el colon, fue transferido este viernes al prestigioso Hospital Albert Einstein de Sao Paulo, uno de los más prestigiosos de América Latina y en donde su estado de salud fue declarado como "muy estable".
El autor confeso del crimen, identificado como Adelio Bispo de Oliveira, de 40 años, ya fue acusado formalmente del crimen de "atentado personal por inconformismo político", previsto en la Ley de Seguridad Nacional, una legislación de excepción.
En caso de que sea hallado responsable de este crimen, podrá ser condenado a una pena de entre 3 y 10 años de prisión, que puede ser
elevada y hasta doblada en caso de que el juez considere que la lesión corporal fue grave.
En su primer interrogatorio, el acusado se refirió a su odio a los políticos pero también dijo haber actuado "a mando de Dios".
De Oliveira tiene antecedentes penales, pues en 2013 se le abrió expediente por "lesiones corporales" contra otras personas.
Un perfil de Facebook en nombre del autor confeso y cuyas fotos se identifican con la divulgada por la autoridades contiene varias publicaciones contra diferentes políticos, incluyendo a Bolsonaro, críticas a la masonería y relatos de supuestas conspiraciones.
Según medios locales, De Oliveira estuvo afiliado al izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL) entre 2007 y 2014.
El ultraderechista es uno de los candidatos más polémicos en la actual disputa debido a que es un defensor de la última dictadura militar en Brasil (1964-1985); ha generado diversas protestas por sus insistentes declaraciones machistas, racistas y homófobas, y enfrenta juicios por discriminación e incitación a la violación.
El atentado se produjo un día después de que una encuesta indicara que Bolsonaro, candidato por el Partido Social Liberal (PSL), ganaría las presidenciales del 7 de octubre en un escenario sin el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, cuya candidatura por el PT fue negada por la autoridad electoral, pero que perdería en la segunda vuelta contra sus principales adversarios.
De acuerdo con el instituto Ibope, la intención de voto en Bolsonaro subió desde el 20 % en agosto hasta el 22 % en septiembre, lo que lo convierte en el favorito para vencer la primera vuelta tras la decisión del Tribunal Electoral de inhabilitar a Lula, que tenía hasta el 40 % del favoritismo.