Una investigación llevada a cabo por José Arias, del Centro para una Cuba Libre (CFC), organización con sede en Washington, asegura demostrar que el gobierno cubano continúa vinculado al terrorismo internacional.
El CFC destaca que su definición de terrorismo refleja la que fue elaborada por Naciones Unidas en 2004: Actos criminales, inclusive contra civiles, cometidos con la intención de causar la muerte o lesiones corporales graves o de tomar rehenes con el propósito de provocar un estado de terror en la población en general, en un grupo de personas o en determinada persona, intimidar a una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar un acto o a abstenerse de realizarlo.
El estudio centra su investigación en el espacio ubicado entre 2020 y 2022 y afirma que "Cuba ha mantenido estrechas relaciones con países directamente implicados en atentados terroristas y con grupos terroristas de Siria, Irán y Corea del Norte".
También denuncia que Cuba esconde y ayuda a terroristas de diferentes países, como Estados Unidos y Colombia, y que al menos un grupo terrorista que tiene una agencia en Cuba ha sido utilizado como centro de operaciones que tienen lugar en América Latina.
Actuando en conjunto con Venezuela, Cuba "representa una gran amenaza no sólo para los países latinoamericanos sino para Estados Unidos y el mundo entero", afirma el estudio titulado "Implicación de Cuba en el terrorismo: 2020-2022".
"La historia más reciente de la relación entre Cuba y el terrorismo", dice el documento, se observa en Colombia. "Durante 2017, algunos integrantes del grupo colombiano ELN viajaron a Cuba para negociar la paz. Sin embargo, no regresaron a Colombia y Cuba ha negado su extradición en varias ocasiones. En 2019, este grupo (ELN) llevó a cabo un ataque terrorista en una academia de policía en Colombia que mató a 22 personas y lesionó a más de 65; los líderes terroristas estaban protegidos por Cuba. El gobierno de Estados Unidos ha demostrado en los últimos años que Cuba apoya a los grupos terroristas brindándoles alojamiento, apoyo médico y alimentación (Embajada de Estados Unidos en Cuba, 2020)".
“La relación de Cuba con el terrorismo proviene de su ideología antiamericana, que comparte con otros países. De todos esos países, Cuba tiene algo que no tiene ningún otro país, que es una ubicación estratégica, es decir, la proximidad a Estados Unidos", dice el informe.
En 2020, señala el CFC, Estados Unidos puso a Cuba en la lista negra de países que patrocinan el terrorismo, "porque Cuba estaba protegiendo a terroristas (de Estados Unidos y otros países) y cooperando con otras naciones en actos terroristas".
Añade que en los últimos tres años, "Cuba ha proporcionado a todo el mundo una red de inteligencia humana muy eficaz que ha sido capaz de encontrar vulnerabilidades en la seguridad de muchos países diferentes".
Además, "se ha demostrado que Cuba interfiere e intercepta las comunicaciones de Estados Unidos. Toda la información y conocimiento que adquiere Cuba es compartida con algunos de sus aliados, entre los que se encuentran países como Irán y Siria".
"En Venezuela se envían y reciben muchos tipos de armas y personal militar, algunos se quedan en el país y otros regresan a Cuba. La mayoría de los intercambios se realizan con Estados que también son patrocinadores del terrorismo, como Irán y Corea del Norte", señala el documento.
El estudio también destaca la relación de Cuba con Hizbolá, el partido político y grupo militante que surgió de la guerra civil del Líbano. "Recientemente, Hizbolá ha fortalecido sus relaciones con Irak y Siria, donde ha adquirido más poder en los últimos años...el grupo ha participado en varios actos cuestionables, razón principal por la cual es considerado un grupo terrorista por la mayoría de la comunidad internacional".
"Reino Unido, Alemania, Israel, la Liga Árabe y Estados Unidos se encuentran entre los que consideran a Hizbolá como un grupo terrorista. Desde colocar bombas y secuestrar aviones hasta entrenar terroristas y asesinar a líderes políticos, Hizbolá ha causado peligro en todo el mundo", precisa el estudio.
"Entre los aliados de Hizbolá está Cuba, que en conjunto con Venezuela ayuda a Hizbolá a tener operaciones en América Latina. De hecho, el grupo terrorista libanés tiene un centro de operaciones en Cuba, y funciona desde hace más de diez años. Hizbolá opera en América Latina en cooperación con Irán, Cuba y Venezuela para atacar todas las vulnerabilidades que tienen las democracias y, por tanto, desestabilizarlas. Durante muchos disturbios en países como Ecuador, Chile, Bolivia y Colombia, los cubanos suelen liderar los grupos y cometer delitos. Cuando han estado encarcelados han admitido trabajar con el gobierno cubano así como con Hizbolá", advierte el CFC.
Acerca de este estudio, John Suárez, director ejecutivo del CFC señaló:
"Este informe llama la atención sobre la continua participación del gobierno cubano en el terrorismo internacional, destacando que estas acciones continuas se acentúan cada vez más en coordinación con otros estados patrocinadores del terror y grupos terroristas, demostrando que el régimen de La Habana no ha reformado sus malas prácticas. Tampoco tiene el deseo de cambiar, por lo que es imprudente retirar a Cuba de la lista de estados que patrocinan el terrorismo".
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