Después de meses de acumulación de informes investigativos, Hillary Rodham Clinton reiteró su responsabilidad sobre los ataques mortales en Bengasi (Libia) el 11 de septiembre de 2012 durante una audiencia en una comisión de investigación del Congreso sobre los ataques mortales en Bengasi (Libia) del 11 de septiembre de 2012.
Clinton, favorita para ganar la nominación demócrata, se enfrentó a un largo cuestionamiento por su accionar en relación con Bengasi.
"Asumo mi responsabilidad en lo que pasó en Bengasi", declaró, señalando, no obstante, que ella no rechazó personalmente las peticiones de medidas de seguridad adicionales alrededor del complejo diplomático estadounidense.
La exsecretaria de Estado declaró que no existe el riesgo cero para los diplomáticos en el exterior: "Nuestros diplomáticos deben continuar representándonos en los sitios peligrosos", dijo en una declaración, en la que recordó al embajador Chris Stevens, uno de los cuatro estadounidenses muertos en ese ataque.
"Él entendía que no podemos impedir todos los ataques terroristas o lograr la seguridad perfecta y que debemos inevitablemente aceptar un nivel de riesgo".
La precandidata a la Casa Blanca pidió a los legisladores que llevaran a cabo una investigación "no partidista".
"Nuestra nación tiene una larga historia de cooperación bipartidista sobre política exterior y seguridad interior", señaló. "No estamos siempre de acuerdo, al contrario, pero sabemos unirnos cuando es necesario".
El embajador estadounidense Chris Stevens, otro diplomático y otros dos agentes de la CIA murieron en este asalto al complejo. Los atacantes, presuntos islamistas fuertemente armados, violaron fácilmente el recinto diplomático, incendiaron la residencia del embajador y atacaron el edificio anexo de la CIA con morteros.
Ella elogió los esfuerzos de los cuatro estadounidenses que murieron en los ataques, entre ellos el primer embajador en más de tres décadas en Libia, pero dijo al Comité de Bengasi de la Cámara que los eventos mortales ya se han analizado de forma exhaustiva.
La audiencia se produce en un momento de fortaleza política de Clinton. El miércoles, su potencial rival para la nominación demócrata, el vicepresidente Joe Biden, anunció que no se uniría a la carrera por la presidencia lo cual, por otra parte, algunos analistas ven como una retirada a tiempo por temor a ser salpicado por el escándalo de Bengasi.
El representante Trey Gowdy de Carolina del Sur comenzó la audiencia con una serie de preguntas que, dijo, quedan sin respuesta: ¿Por qué fue EE.UU. a Libia? ¿Por qué fueron negadas las solicitudes de seguridad por parte de la embajada? ¿Por qué los militares no estuvieron preparados para responder rápidamente en el 11 aniversario del 9 / 11 y por qué cambió el gobierno de Obama su historia sobre la naturaleza de los ataques durante las semanas posteriores?
Vestida con un traje oscuro, Clinton pareció sombría ante el panel, la mandíbula a menudo apretada en un rictus mientras no estaba hablando.
La crítica republicana ha incluido alegaciones por parte de algunos legisladores acerca de que Clinton negó personalmente las peticiones de seguridad y ordenó al Ejército de Estados Unidos "retirarse" durante los ataques, o que la Fundación Clinton se dedica a un esquema de contrabando de armas elaborado en el este de Libia.
Los demócratas se han abalanzado sobre las investigaciones, y señalan que ya han costado a los contribuyentes más de $ 4.5 millones y, después de 17 meses, que ha durado más que la investigación de Watergate en la década de 1970.