Desde el inicio de la pandemia en Cuba, en marzo de 2020, un total de 6, 677 menores de 18 años contrajeron el COVID-19, de los cuales 308 todavía no llegaban al primer año de edad, según cifras oficiales.
EL Dr. Francisco Durán, jefe de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), subrayó que en las últimas semanas se ha visto un incremento del número de pacientes en edades pediátricas afectados por la enfermedad, y llamó la atención de los padres y familiares a vigilar a los menores y protegerlos del contagio.
Mientras, médicos cubanos señalan que el precario estado nutricional de los niños en la isla es un factor que incide en el alto número de menores afectados por el virus.
Desde la Habana, Oscar Casanella, bioquímico, exprofesor de la Universidad de la Habana e investigador del Instituto Nacional de Oncología y Radiografía (INOR), considera que es alarmante el alto por ciento de menores que están siendo hospitalizados en Cuba con síntomas de COVID-19, si se toma como referencia el comportamiento de la enfermedad en la mayoría de los menores de edad contagiados en otros países.
“Un buen estado nutricional, y no es estoy hablando simplemente de cantidad, estoy hablando principalmente de calidad, se tiene que incluir en la dieta del menor. Que se ingieran las vitaminas del Complejo B, que son fundamentalmente abundantes en las proteínas de origen animal. El resto de las vitaminas esenciales se encuentran en los vegetales y frutas. Todos esos alimentos son realmente difíciles de conseguir, por lo deprimido que está el mercado cubano, y eso pudiera explicar por qué los menores de edad están sufriendo una forma más sintomática del contagio en el país”, estimó el científico.
En Holguín, el doctor Alexander Raúl Pupo Casas señala que el balance de la dieta de los niños en Cuba es absolutamente insuficiente y de mala calidad.
Hay que recordar que en Cuba les quitan la leche a los menores a los siete años y es sustituida por yogurt, que no es el mismo nutriente.
“La cuestión acá es el tipo de dieta que llevan los niños, que es inadecuada. Es normal que todos estos factores conlleven a que el desarrollo inmunológico para combatir una determinada enfermedad sea deficiente y, por ende, los vuelva más vulnerables”, dijo el galeno.
El doctor cienfueguero Nelson Gandulla, que reside actualmente en Madrid, y trabajó en el sistema de atención primaria de Salud en esa provincia, destaca que en el año 2020 España reportó 1,400 menores contagiados con el COVID-19, cifra muy inferior a los casos pediátricos en la isla.
“El primer factor es que casi todos los niños en Cuba están inmunodeprimidos, porque cuentan con una alimentación deficiente. Ya, desde que las mujeres están embarazadas, no están alimentando bien a sus hijos”, aseguró Gandulla.
Roberto Serrano, médico en Songo la Maya, Santiago de Cuba, señala que todo parte del faltante de alimentos que sufre la población.
“Definitivamente, una mala alimentación disminuye las defensas del sistema inmunológico y hace más vulnerables a los menores ante el virus”, enfatizó el médico primario.
Y desde Manzanillo, en Granma, el doctor Santiago Márquez Frías expresa preocupación por el incremento de los casos de infantes infestados que se encuentran ingresados en instituciones médicas.
“Toda esta dificultad alimentaria podría engendrar también una situación en la que, en un momento determinado, el sistema inmunológico de esos lactantes no pueda responder a una infección”, aseguró el doctor.