La escasez de productos en Cuba ha provocado que se disparen los precios de los alimentos y medicamentos, tanto en los comercios en moneda libremente convertible (MLC) como en el mercado negro, alertaron a Radio Televisión Martí cubanos residentes en la isla.
El cuentapropista Yoel Espinosa Medrano, residente en la ciudad de Santa Clara, calcula que se necesitan cerca de 10 mil pesos al mes para cubrir la alimentación adecuada de una persona.
“Un litro de aceite cuesta entre 600 y 700 pesos, y una bolsa de leche en polvo de un kilogramo supera los 650 pesos”, aseguró.
Sobre los medicamentos dijo que hasta “en los hospitales hay faltante (…), no hay nada”.
Desde La Habana, el emprendedor Pedro Acosta, advierte que la crisis es total.
“El otro día compramos, entre dos personas, una pierna de cerdo por el monto de 332 pesos por libra de carne limpia. Ese precio lo pueden pagar muy pocas personas en este país”, dijo Acosta.
Por otro lado, señaló “no hay aspirina y los medicamentos para la presión no alcanzan”, mientras “en los hospitales no hay antibióticos ni duralginas”.
De lamentable califica el galeno Ramón Zamora la situación alimentaria y el faltante de medicamentos en la provincia de Holguín.
“Apenas llegan dos o tres medicamentos y la mayoría se venden en el mercado informal, por los contubernios que tienen las personas que trabajan en las farmacias con los vendedores ambulantes en la bolsa negra. En cuanto a los alimentos, el sistema estatal tiene muy poco que ofrecer, y por la parte del sector privado los precios son tan elevados que son pocos los que pueden sostener una mesa hoy en día aquí en Cuba”, enfatizó Zamora.
La provincia de Villa Clara enfrenta una escasez de alimentos que es insostenible, dijo activista y periodista independiente Guillermo del Sol.
“Las personas se están muriendo por falta de medicamentos, y están allí, disponibles, en la bolsa negra. Son los medicamentos que, normalmente, deberían distribuirse por la red de farmacias. Estamos hablando de que eso sale de los almacenes del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), de los almacenes de los hospitales”, denunció el comunicador.
Sobre los alimentos, señaló: “Hoy mismo compré ocho boniatos y seis malangas en 140 pesos, dinero que no me lo gano yo en todo el día trabajando en la construcción”.
En el poblado de Banes, en el oriente cubano, William Tamayo opina que la crisis es bien profunda.
“Usted puede ver personas que están muriendo por falta de medicamentos, enfermos con padecimientos del corazón, diabetes, Sida (VIH) y cáncer”, manifestó.
Por otro lado, en la localidad donde vive “no contamos ni con harina para la elaboración del pan”, añadió.
La capital espirituana no escapa al desabastecimiento, informó el comunicador Adriano Castañeda. “Yo visité la feria agropecuaria provincial el domingo, tenían pocos productos para ofertar y había cientos de personas, que no los podía controlar la policía”, subrayó.
La economista opositora Martha Beatriz Roque Cabello describe la reciente visita de Miguel Díaz-Canel al municipio de Regla, en la capital del país, como una expresión de desidia del gobernante ante la situación crítica que enfrenta la población.
“El gesto del presidente del país bailando guaguancó, en un país que tiene hambre, que tiene penurias, se puede interpretar como que no le interesa para nada lo que pasa en Cuba”, concluyó la economista.
