El gobierno de Pekín mantuvo el viernes sus posiciones sobre el Mar de China Meridional, ignorando la cólera de los vietnamitas y los temores de Estados Unidos tras los sangrientos disturbios antichinos en Vietnam.
Estos disturbios dejaron dos chinos muertos y más de 100 heridos, según Pekín, después de que China desplegara una plataforma petrolera frente a las islas Paracelso, en aguas reivindicadas por los dos países comunistas.
"El gobierno chino da mucha importancia a la situación y estamos muy preocupados por la violencia en Vietnam", declaró Hua Chunying, portavoz de la diplomacia china. Precisó que todavía no se conocía el balance definitivo de los disturbios
Por otro lado, un fotógrafo de la AFP, embarcado con la marina vietnamita, pudo ver a decenas de navíos chinos protegiendo esta plataforma.
Aunque el viernes reinaba la calma, las tensiones entre Pekín y Hanói volvieron a avivarse.
El Global Times, diario de la prensa de Estado de China, acusa a Vietnam de "equivocarse" y "seguir viviendo en la ilusión de que es posible hacer retroceder a China mediante presiones".
El diario, conocido por su tono nacionalista, y directamente controlado por el Partido Comunista Chino, esgrimió la amenaza de "medidas no pacíficas" que tomaría Pekín en caso de "provocaciones".
Por su parte el régimen de Hanói, en un SMS enviado a la población, llamó a los vietnamitas al "patriotismo" y a "proteger la noble soberanía del país en el respeto de la ley", dos días antes de las previstas manifestaciones antichinas este domingo en todo el país.
El presidente vietnamita Truong Tan Sang exigió el viernes la retirada china de la plataforma: "primero, ustedes (los chinos) deben retirarse", dijo durante una visita a Ciudad Ho Chi Minh, según el diario en línea Tuoi Tre.
Las manifestaciones antichinas se extendieron a varias provincias vietnamitas. Según varios expertos, el gobierno vietnamita tolera ciertas manifestaciones para expresar su extremo descontento con Pekín, y podría haberse visto ahora superado por los acontecimientos.
China, que reivindica la casi totalidad del Mar de China Meridional, parece haber "evaluado mal" las reacciones suscitadas por su plataforma petrolera, opina Bill Hayton, autor de "Vietnam: Rising Dragon" ("Vietnam: el dragón emergente").
"Ello ha encolerizado a la opinión pública vietnamita, endurecido la actitud del gobierno vietnamita y reactivado las teorías sobre la +amenaza china+ en el sudeste asiático", lo que refuerza la posición de Estados Unidos en la región, analiza Hayton.
El vicepresidente norteamericano, Joe Biden, manifestó la "fuerte preocupación de Estados Unidos ante las acciones unilaterales de China en aguas disputadas con Vietnam".
La Casa Blanca incidió en que "ningún país debería adoptar medidas provocadoras orientadas a fortalecer sus pretensiones en zonas litigiosas, de una forma que amenace la paz y la estabilidad en la región".
Biden se reunió en Washington con el general Fang Fenghui, jefe del Estado mayor del ejército chino, que confirmó la inflexibilidad china.
"Lo que vamos a hacer es consolidar la seguridad de esta plataforma petrolera y asegurarnos de que seguirá funcionando", afirmó el general chino tras una reunión en el Pentágono.
También sugirió que la nueva estrategia de Estados Unidos en Asia había sido "utilizada" por algunos países de la región para "provocar" disturbios en los mares de China Meridional y Oriental.
En Vietnam, las manifestaciones antichinas se extendieron esta semana a 22 de las 63 provincias de este país de 90 millones de habitantes.
Tras estos conflictos hay una historia de rivalidad entre los vecinos comunistas en torno a las islas Paracelso y Spratleys en el Mar de China Meridional, cuyos fondos serían ricos en hidrocarburos.
Los dos países normalizaron sus relaciones en 1991 y sus actividades económicas se han visto cada vez más entrelazadas.
Pero la insistencia de Pekín en reivindicar casi todo el Mar de China Meridional preocupa a Hanoi y a otros países de la región, como Filipinas.
Estos disturbios dejaron dos chinos muertos y más de 100 heridos, según Pekín, después de que China desplegara una plataforma petrolera frente a las islas Paracelso, en aguas reivindicadas por los dos países comunistas.
"El gobierno chino da mucha importancia a la situación y estamos muy preocupados por la violencia en Vietnam", declaró Hua Chunying, portavoz de la diplomacia china. Precisó que todavía no se conocía el balance definitivo de los disturbios
Por otro lado, un fotógrafo de la AFP, embarcado con la marina vietnamita, pudo ver a decenas de navíos chinos protegiendo esta plataforma.
Aunque el viernes reinaba la calma, las tensiones entre Pekín y Hanói volvieron a avivarse.
El Global Times, diario de la prensa de Estado de China, acusa a Vietnam de "equivocarse" y "seguir viviendo en la ilusión de que es posible hacer retroceder a China mediante presiones".
El diario, conocido por su tono nacionalista, y directamente controlado por el Partido Comunista Chino, esgrimió la amenaza de "medidas no pacíficas" que tomaría Pekín en caso de "provocaciones".
Por su parte el régimen de Hanói, en un SMS enviado a la población, llamó a los vietnamitas al "patriotismo" y a "proteger la noble soberanía del país en el respeto de la ley", dos días antes de las previstas manifestaciones antichinas este domingo en todo el país.
El presidente vietnamita Truong Tan Sang exigió el viernes la retirada china de la plataforma: "primero, ustedes (los chinos) deben retirarse", dijo durante una visita a Ciudad Ho Chi Minh, según el diario en línea Tuoi Tre.
Las manifestaciones antichinas se extendieron a varias provincias vietnamitas. Según varios expertos, el gobierno vietnamita tolera ciertas manifestaciones para expresar su extremo descontento con Pekín, y podría haberse visto ahora superado por los acontecimientos.
China, que reivindica la casi totalidad del Mar de China Meridional, parece haber "evaluado mal" las reacciones suscitadas por su plataforma petrolera, opina Bill Hayton, autor de "Vietnam: Rising Dragon" ("Vietnam: el dragón emergente").
"Ello ha encolerizado a la opinión pública vietnamita, endurecido la actitud del gobierno vietnamita y reactivado las teorías sobre la +amenaza china+ en el sudeste asiático", lo que refuerza la posición de Estados Unidos en la región, analiza Hayton.
El vicepresidente norteamericano, Joe Biden, manifestó la "fuerte preocupación de Estados Unidos ante las acciones unilaterales de China en aguas disputadas con Vietnam".
La Casa Blanca incidió en que "ningún país debería adoptar medidas provocadoras orientadas a fortalecer sus pretensiones en zonas litigiosas, de una forma que amenace la paz y la estabilidad en la región".
Biden se reunió en Washington con el general Fang Fenghui, jefe del Estado mayor del ejército chino, que confirmó la inflexibilidad china.
"Lo que vamos a hacer es consolidar la seguridad de esta plataforma petrolera y asegurarnos de que seguirá funcionando", afirmó el general chino tras una reunión en el Pentágono.
También sugirió que la nueva estrategia de Estados Unidos en Asia había sido "utilizada" por algunos países de la región para "provocar" disturbios en los mares de China Meridional y Oriental.
En Vietnam, las manifestaciones antichinas se extendieron esta semana a 22 de las 63 provincias de este país de 90 millones de habitantes.
Tras estos conflictos hay una historia de rivalidad entre los vecinos comunistas en torno a las islas Paracelso y Spratleys en el Mar de China Meridional, cuyos fondos serían ricos en hidrocarburos.
Los dos países normalizaron sus relaciones en 1991 y sus actividades económicas se han visto cada vez más entrelazadas.
Pero la insistencia de Pekín en reivindicar casi todo el Mar de China Meridional preocupa a Hanoi y a otros países de la región, como Filipinas.