El Tribunal Provincial Popular de Camagüey ratificó el jueves la sentencia de 5 años de cárcel para los activistas del Movimiento Prodemocrático “Pedro Luis Boitel", Yoelvis Pérez Hernández y Maikel López Sotomayor, según declaraciones ofrecidas a Martí Noticias por las esposas de ambos disidentes.
Yoelvis Pérez Hernández (22) y Maikel López Sotomayor (33) laboraban como vendedores de productos agrícolas por cuenta propia en el Mercado Estatal “El Bosque”, en la Plaza Méndez, de la Empresa Distribuidora y Comercializadora de Productos Agropecuarios de la capital camagüeyana.
En el mes de agosto Pérez Hernández y López Sotomayor sostuvieron una discusión con la funcionaria del Poder Popular Municipal Marciela Simón Tamayo en el mercado mayorista conocido como “El Hueco”.
La presidenta del Consejo Popular Vigía-Florat los acusó “al sentirse asustada” y la policía tipificó el hecho como Atentado, tal como relataron a Radio Martí las mujeres.
Ana Torres Alemán, esposa de López Sotomayor dijo que en el juicio salieron a relucir contradicciones entre los testigos de la parte acusadora.
“Marciela le dijo al tribunal que en el lugar de los hechos había más de 200 personas y la testigo dijo que solamente había 20 personas, y que cuando llegó al mercado en ningún momento se identificó como funcionaria del gobierno”, explicó Torres, quien fue profesora de Topografía en un politécnico, y contadora en el Sectorial de Educación de Santa Cruz del Sur.
Semanas atrás en el programa Contacto Cuba, de Radio Martí, la esposa de Yoelvis Pérez, Yudelkis Machado, de 33 años, dijo que la funcionaria había discutido con los vendedores y les ofendió con palabras obscenas.
Los opositores le constestaron que eran del movimiento “Pedro Luis Boitel" y gritaron "¡Abajo Fidel! y ¡Libertad!", indicó la mujer.
En el juicio la funcionaria modificó la acusación y declaró “que le habían tirado dos aguacates, pero no le habían dado. Antes decía lo contrario, ahora dice que no le dieron”, relata Ana quien niega que los acusados hayan lanzado aguates a la dirigente.
Los dos disidentes fueron encarcelados luego del incidente y desde el 6 de agosto esperaban juicio.
Desde entonces sus esposas asumieron por algunas semanas el trabajo en el mercado para poder subsistir, pero el asedio de los inspectores estatales les hizo desistir.
Ana explicó que acudieron al Órgano de Trabajo para que les transfirieran las patentes de Trabajador por Cuenta Propia pero allí les dijeron que ese proceso "no se podía hacer”.
Días después, los inspectores les advirtieron que serían sancionadas con multas de mil quinientos pesos, entonces decidieron abandonar las tarimas donde vendían viandas, especias y hortalizas.
Ana de 46 años, con su esposo en prisión, debe mantener sola a su familia, lo mismo que Yudelkis, quien con 5 meses de embarazo asegura que ahora sus vidas “han cambiado para siempre”.
Las dos entrevistadas deben esperar 11 días para que les entreguen la sentencia de sus esposos por escrito y entonces tendrán 10 días hábiles para hacer una apelación.
“No vamos a estar de acuerdo con ninguna condena por que ellos no hicieron nada", concluyó Ana.