Residentes en una barriada cercana a la conocida Esquina de Toyo, en Diez de Octubre, La Habana, protestaron con un cacerolazo en la noche del viernes tras más de 12 horas de apagón.
“Esta zona es muy conocida por las protestas del 11 de julio. Desde las 8:05 de la mañana hasta las 11 de la noche estuvimos en un apagón. Primero, dijeron [en Atención al Cliente de la Unión Eléctrica] que era que estaban podando, y después de las 5 de la tarde, a la tanta insistencia de la gente, respondieron a algunas personas que era que había explotado un transformador. Cerca de las 10 de la noche, casi 11, se da el cacerolazo”, confirmó este domingo a Martí Noticias el activista Adelth Bonne Gamboa.
El cacerolazo vino acompañado de reclamos de libertad y de los gritos contra el gobernante Miguel Díaz-Canel, con el calificativo despectivo por el que se le llama popularmente, relató el activista.
“Fue cerca de las calles Serrano y Santos Suárez, en toda esa zona. No hubo protestas en la calle, fue cada cual desde su casa, pero retumbó bastante en el barrio porque, por el sonido, te puedo asegurar que había más de 10 calderos sonando, y más de 10 gargantas gritando”, dijo el activista.
“Como a los 20 minutos de estar en cacerolazo es que ponen la corriente, y entonces viene el corte de internet general, porque le tienen mucho miedo a esta zona. Mi línea ya no funcionó ni para internet, ni para llamadas”, añadió Bonne Gamboa.
“El espíritu contestatario, el espíritu de libertad, el espíritu de protesta, todavía sigue en los cubanos, en zonas como se dice vulgarmente ‘calientes’ de La Habana, y la gente sigue protestando. La gente sigue manifestando su descontento en contra la dictadura”, recalcó.
Martí Noticias trató de establecer contacto con varios vecinos del lugar, pero sus líneas parecían desconectadas.
Otro cacerolazo ocurrió el mismo día en el mismo municipio.
“Había dos edificios aquí que no tenían corriente, en la Calzada de Diez de Octubre, entre San Nicolás y la Calzada de Luyanó. Fui testigo como, con cacerolazos, los vecinos de dos edificios lograron que vinieran a poner la corriente, después de haber estado cuatro días aguantando. He escuchado que también hubo unos cacerolazos en la zona de Santos Suárez”, dijo, por su parte, la activista Bárbara Farrat.
“El viernes también tuve corte de internet, probablemente de media hora a una hora. El sábado, la noche entera. No fue solamente que me tumbaran la internet, no me dejaban hacer llamadas, todo era como si no tuviera línea”, denunció.
Las autoridades cubanas recurren a los cortes de internet durante protestas ciudadanas o situaciones similares para evitar que las denuncias sean compartidas en redes sociales.
“El cubano, por lógica, ya se está dando cuenta que aquí las cosas no hay formas de pedirlas por las buenas, que aquí las cosas se resuelven de esa forma: tirándose a la calle y haciendo cacerolazos”, manifestó la activista.
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