El congresista cubanoamericano, republicano por el estado de la Florida, Mario Díaz-Balart, solicitó este viernes al gobierno del presidente Joe Biden información sobre el ingreso de la delegación cubana de béisbol a Estados Unidos para participar en el partido de semifinal del V Clásico Mundial de Béisbol, que se disputará el domingo en Miami.
"Me indigna que el gobierno de Biden permita que el régimen cubano exporte su vergonzosa explotación de los peloteros cubanos a Estados Unidos", aseveró el congresista.
El presidente del Subcomité de Estado, Operaciones Extranjeras y Programas Relacionados del Comité de Asignaciones de la Cámara, envió una carta al secretario de Estado estadounidense, Antony J. Blinken, en la que reclama información sobre "cómo la política de permitir en los Estados Unidos a los jugadores de béisbol cubanos y sus 'cuidadores', es consistente con la política de este país para terminar con la trata de personas y evitar que los ingresos enriquezcan a los opresores del pueblo cubano".
El congresista cubanoamericano solicitó información sobre qué ciudadanos cubanos viajaron con el equipo, y si alguno es conocido por violar los derechos humanos. También cuestionó si estos ciudadanos cubanos "fueron investigados por sus vínculos con el régimen y el ejército (de la isla)."
"En Cuba todo es política - los deportes, la cultura, todo" - aseveró el legislador en su carta.
"Si estás representando a Cuba, no estás solo representando a la bandera, estás representando al gobierno", afirmó.
Asimismo, alertó al actual gobierno de Estados Unidos sobre el uso que el régimen cubano hará de este evento, como un método más para ejercer control sobre el pueblo cubano, generar ingresos para su maquinaria de opresión y ampliar su audiencia para la propaganda.
"Me parece vergonzoso que el Departamento de Estado decidiera alentar este evento, incluso otorgando visas a los operativos del régimen que abusan y controlan a los peloteros cubanos", reiteró Díaz Balart.
"Los individuos que dirigen la Federación Cubana de Béisbol son parte del mismo régimen que oprime al pueblo cubano. Uno de los ex vicepresidentes de la Federación por ejemplo es Antonio Castro, hijo del difunto dictador Fidel Castro, a quien aparentemente se le permitió en los Estados Unidos evaluar oportunidades con respecto a los juegos de las Pequeñas Ligas", recordó Díaz-Balart.
Díaz-Balart recordó que al igual que otros oficios explotados como los profesionales médicos cubanos enviados al extranjero, los peloteros cubanos son guiados de cerca por "cuidadores" para asegurarse de que no deserten.
"A menudo sus pasaportes son confiscados y sus familias tienen prohibido viajar con ellos como medida adicional de disuasión. Como era de esperar, muchos jugadores de origen cubano se negaron a jugar en un equipo cuyo objetivo principal era apoyar a un régimen que ha oprimido tan brutalmente al pueblo cubano", subrayó Mario Díaz-Balart.
Por su parte, el gobernante designado de Cuba, Miguel Díaz-Canel, tras la primera victoria del equipo de Cuba en tres salidas en el Clásico Mundial de Béisbol, no perdió oportunidad de lanzar la propaganda de su régimen en redes sociales.
"Despertó el caimán y desveló al país. Cuba no duerme cuando su equipo juega. También en el Clásico vale la consigna: #MejorEsPosible", tuiteó, utilizando la etiqueta que promueve el oficialismo en favor de sus candidatos a las llamadas votaciones del próximo 26 de marzo.
El juego del domingo marcará la primera presentación en seis décadas de una selección de béisbol de Cuba en la ciudad de Miami, el corazón del exilio cubano.
En el año 2021, Cuba participó en el torneo preolímpico en West Palm Beach, a unas 70 millas al norte de Miami, donde varios jugadores aprovecharon la oportunidad para abandonar el equipo y buscar su sueño de jugar en Grandes Ligas. Esto, pese a la extrema vigilancia a la que usualmente son sometidos los jugadores cubanos en sus viajes al extranjero.
Durante el llamado "deshielo" en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, impulsado por el ex presidente Barack Obama y el general Raúl Castro, ambos presenciaron un juego de béisbol entre la selección nacional de Cuba y los Tampa Bay Rays, en ocasión de la visita del mandatario estadounidense a La Habana.
En aquel momento, altos funcionarios de las Grandes Ligas visitaron La Habana y manifestaron que el béisbol también contribuiría a la nueva relación que habían establecido Estados Unidos y Cuba.
Ellos esperaban que el juego entre los Rays de Tampa y la selección nacional cubana el martes, 22 de marzo, acelerara las negociaciones que MLB y Cuba comenzaron en 2015.
"El juego contribuirá a desarrollar las relaciones entre los dos países mediante el béisbol", dijo en ese entonces el comisionado de MLB, Rob Manfred, en conferencia de prensa en la capital cubana tras agradecer el respaldo de Obama y de Raúl Castro a la realización del juego en el estadio Latinoamericano.
Durante la apertura de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, había comenzado un acuerdo de cooperación entre las Grandes Ligas y la Federación cubana, que luego fue abortado en abril de 2019 por el entonces presidente republicano Donald Trump.
El acuerdo le habría permitido a los jugadores cubanos firmar con equipos de Estados Unidos sin necesidad de desertar.
“Estados Unidos no apoya acciones que institucionalizarían un sistema mediante el cual una entidad del gobierno cubano cobra los salarios de deportistas que trabajan duro y que simplemente buscan vivir y competir en una sociedad libre”, declaró el entonces portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Garrett Marquis.
El gobierno estadounidense manifestó en esa ocasión el deseo trabajar con Grandes Ligas a fin de hallar la manera en que los jugadores cubanos tengan la libertad individual de beneficiarse de su talento, y no como propiedad del Estado cubano.
Respecto a este acuerdo, el congresista Mario Díaz-Balart ya había defendido el derecho de los peloteros cubanos a negociar libremente sus contratos, sin que la dictadura institucionalice la explotación.
En abril de 2022, las autoridades de béisbol en Cuba dijeron que estarían dispuestas a reanudar la negociaciones con la Grandes Ligas (MLB).
En entrevista con The Associated Press en aquel momento, el presidente de la Federación Cubana de Béisbol, Juan Reynaldo Pérez, mencionó el envío de una carta de intención "con relación a la disposición que tiene la federación de retomar acuerdos y la comunicación y relaciones con la MLB".
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