Los congresistas republicanos Ileana Ros-Lehtinen, Carlos Curbelo y Mario Díaz-Balart dijeron este lunes en Miami que los nicaragüenses "han dicho basta ya" a la "dictadura" de Daniel Ortega y pidieron a los gobiernos del continente ponerse del lado del pueblo de ese país.
Los tres ofrecieron una conferencia de prensa en el marco del foro tecnológico eMerge para hablar de la situación en Nicaragua, donde al menos 25 personas han perdido la vida y más de cien han resultado heridas en cinco días de protestas.
Ros-Lehtinen dijo que las protestas en Nicaragua no tienen "nada que ver con el seguro social" y que se trata de una oposición a la "dictadura" del presidente Daniel Ortega, quien "cree que estará en el gobierno de por vida, como en Cuba o China".
Las protestas, que han incluido saqueos a comercios y daños a la propiedad pública, fueron desatadas por una reforma a la seguridad social que el sandinista Ortega, en el poder desde enero de 2007, ya ha derogado.
Ros-Lehtinen, de origen cubano al igual que Curbelo y Díaz-Balart, es la promotora de la Ley Nica, que "prohíbe cualquier préstamo financiero a Nicaragua procedente de Estados Unidos hasta que los derechos humanos sean respetados".
La congresista dijo a Efe que con lo ocurrido la última semana en Nicaragua espera que se acelere en el Senado estadounidense la aprobación de esta ley que la Cámara de Representantes aprobó en octubre pasado.
"Sería un golpe duro a la dictadura, porque dependen mucho de estos préstamos", dijo la legisladora.
Por su parte, el congresista Curbelo urgió al Departamento de Estado, al Congreso, a la Casa Blanca y a países vecinos que "se mantengan al lado de los nicaragüenses" y no del gobierno de Daniel Ortega, que -dijo- está "inspirado por (Hugo) Chávez y los Castro".
Curbelo señaló al régimen de Ortega como el responsable de las muertes y destrozos ocurridos esta semana en Nicaragua y abogó por usar el voto y la voz de Estados Unidos para sufragar en contra de cualquier préstamo internacional al país centroamericano.
"Queremos que la gente de Latinoamérica sea libre y mientras Ortega sea presidente no lo serán", aseguró Curbelo.
Díaz-Balart dijo que no se puede vivir en un país en el que se censura la prensa y se asesina al pueblo en la calle "con impunidad" y defendió la necesidad de presionar al régimen "económica y diplomáticamente, para que el pueblo recupere sus derechos".
El alcalde de Miami, Francis Suárez, que también participó en la conferencia de prensa, calificó las condiciones de Nicaragua como "imperdonables" y dijo que no basta con criticar al régimen, sino que se deben "aportar soluciones".
El Departamento de Estado anunció este lunes que "ordenó" la salida de los miembros de familias de personal del Gobierno de EEUU y autorizó también al personal gubernamental a abandonar Nicaragua.
También recomendó a los ciudadanos estadounidenses que "reconsideren" sus posibles planes de viaje a ese país.
Ortega derogó este domingo la reforma de la seguridad social para tratar de contener la violencia, pero la tensión sigue en el ambiente en Nicaragua, donde este lunes hay nuevos llamamientos a marchas.
(Con información de EFE)