Carlos Ernesto Díaz González, activista y prisionero político conocido en las redes sociales como Ktivo Disidente, ha escrito desde prisión una carta abierta al gobernante cubano Miguel Díaz-Canel advirtiéndole que tendrá que responder por los “crímenes de lesa humanidad que suceden en su gobierno”.
En la misiva, hecha pública en la página del Foro Antitotalitario Unido (FANTU), movimiento opositor al que pertenece Ktivo, el prisionero político denuncia que tras “Fabricarme un proceso artificial espurio […] fui traído a prisión, acá no ha faltado el trato vilipendioso y excrementos, he sido cobardemente golpeado, torturado y, créame que no exagero”.
Al respecto, Ktivo Disidente explica que trató de presentar una denuncia oficial contra sus torturadores, pero “fui nuevamente irrespetado, al escuchar de boca de un fiscal militar que estos cobardes fueron sobreseídos”, señala, haciendo énfasis en un oficial supuestamente llamado Raúl.
“No sólo me amenazaron, si no que cumplen con su palabra al hacerme la vida insoportable en esta cárcel. Raúl grita epítetos peyorativos a mi esposa en plena calle. Raúl me ha condenado en este proceso permeado por el odio político y yo me pregunto: ¿qué más me va a querer hacer Raúl?”.
“Yo, condenado por delitos que no cometí, mis verdugos sobreseídos y el crimen impune. Yo, puesto en manos de los mismos y otros pende**os golpeadores de hombres esposados y mancilladores de la dignidad, continuaré firme y patriota por ese orden hasta la muerte, se lo juro”, aseguró el opositor.
Tras confesar que ha sentido miedo, el preso político apela a la sabiduría de José Martí para hacerle saber a Díaz-Canel que ni siquiera el miedo podrá doblegarle:
“¡Ah!, cuando se quiere ser libre, es infamia combatir a quienes han merecido serlo, es infamia combatir la libertad”, escribe.
Ktivo Disidente fue detenido el pasado 28 de abril, mientras realizaba una protesta en solitario en la céntrica calle habanera de San Rafael, en la cual proclamaba ideas tales como: "Eso tiene que parar, tiene que parar y lo tenemos que parar nosotros, con civismo, la sociedad civil. No tiene que haber violencia. No tiene que haber derramamiento de sangre, pero tienen que dejarnos participar en la vida política del país. El que es comunista que lo sea, pero el que no, hay que respetárselo".
Acusado de “difamación”, “desobediencia” y “desacato”, el opositor de 40 años fue juzgado el pasado noviembre y condenado a dos años y seis meses de cárcel. En la prisión de Ariza, en Cienfuegos, donde se encuentra cumpliendo sentencia, Ktivo Disidente ha realizado varias huelgas de hambre exigiendo su liberación.
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