La actual pandemia global del coronavirus ha comenzado a cambiar la rutina con que se trabaja en las principales organizaciones del deporte profesional en los Estados Unidos.
En el complejo de primavera de los Astros de Houston en Palm Beach, Florida, este martes la prensa acreditada ya no podía acceder a los vestidores. Es allí donde se realizan la mayoría de las entrevistas, justo el sitio en el que periodistas y atletas logran una fluida comunicación.
Igualmente, muchos menos peloteros se sentían animados a interactuar con los aficionados que asisten a los campos de pre-temporada. Aquellos pocos que ofrecían autógrafos lo hacían protegidos con guantes.
Un poco difícil. Es algo que no estaba en los planes”, dijo el cubano Yuli Gurriel acerca del ambiente que se vive en los campos de primavera con el avance del coronavirus.
“Estamos como todo el mundo tomando todas las medidas y dentro de lo que cabe, seguir haciendo la preparación [para la temporada 2020]”.
Sin embargo, estas primeras medidas de protección sanitaria parecen ser tan solo el inicio de un paquete de restricciones que pudieran cambiar el rostro que conocemos de una temporada de Grandes Ligas.
La idea de celebrar juegos con estadios vacíos es algo que se comienza a tomar en serio. Una realidad que se ve en el presente en Europa y que pudiera llegar a los Estados Unidos mucho más pronto de lo que imaginamos.
“Nunca he experimentado esa experiencia”, expresó Gurriel, quien jugará en este 2020 el último año de su contrato con los Astros.
“Creo que cada vez está siendo bastante seria y creo que esto [jugar sin aficionados en las gradas] pudiera ser una opción, así que hay que estar preparados”.